
El precio de la vivienda en España continúa fuertemente sobrevalorado porque bancos y cajas no se han visto forzados a vender su enorme stock con importantes descuentos. Tal y como sostiene Manuel Caraballo, economista de Izadi, las subastas extraordinarias del Banco Central Europeo (BCE) han cubierto hasta el momento sus necesidades de liquidez.
Mientras que en algunos países como Irlanda o Estados Unidos el ajuste de precios ha llegado al 40% en un plazo de tiempo pequeño, en España no ha pasado lo mismo.
Las normativa de provisiones que el Banco de España aprobó en el año 2000, elogiada durante la primera fase de la crisis, permitió que las entidades españolas afrontaran las turbulencias en una posición mucho mejor que sus homólogas europeas.
Pero la crisis se está alargando y el número de activos inmobiliarios que entran en los balances de las entidades no se detiene. Además, las cajas parece que están en peor situación y actualmente el BdE cifra su exposición al sector inmobiliario en 217.000 millones de euros, de los cuales un 46% es potencialmente problemático. Esta cifra representa a grandes rasgos el 21% del PIB español.
Algo está a punto de cambiar
En esta situación, en la que buena parte de las provisiones necesarias ya están realizadas, la pregunta que surge resulta obvia: ¿por qué no se producen los ajustes necesarios en los precios, se liquida el stock acumulado y se eliminan los activos tóxicos de los balances?
"Porque no hace falta liquidez adicional", responde Manuel Caraballo, ya que el BCE proporciona dinero al sistema financiero a un tipo reducido del 1%. "Esa misma facilidad ocasiona que las cajas y los bancos españoles no se vean en la obligación de vender activos inmobiliarios de forma forzosa para incrementar su liquidez", explica Caraballo.
Esta medida del año 2009 era provisional, explica el economista de Izadi, "pero Trichet y su equipo han visto que si la retiraran muchas entidades europeas entrarían en una situación compleja que arrastraría posiblemente al abismo al sistema financiero".
Así, según Caraballo, la banca dispone de recursos baratos y puede seguir prestando a empresas y particulares sin verse obligada a vender activos inmobiliarios de forma forzosa para incrementar su liquidez. Por eso, y debido a enorme cantidad de viviendas en manos de la banca, el ajuste de precios en España ha sido muy inferior al registrado en otros países.
Pero esta situación tiene los días contados. "El BCE dejará de ofrecer esta facilidad de liquidez en pocos meses según diferentes analistas. En ese momento se producirá un importante ajuste de precios por la salida al mercado de las viviendas de las cajas de ahorros. Los bancos deberán hacer el ajuste pertinente tras las cajas. Y luego los particulares", concluye Manuel Caraballo.