
La bajada del precio de la vivienda, que aún tiene recorrido en los próximos años, según los expertos, podría compensar el beneficio fiscal que expira en unos días. ¿La diferencia? Lo primero se nota en el momento; lo segundo, diferido a lo largo de décadas.
El precio de la vivienda no toca fondo; el precio de la vivienda libre desciende; la vivienda sigue abaratándose... titulares como éstos siguen llenando nuestros periódicos. Buenas noticias para quienes no hayan podido cerrar la compra de su inmueble esta semana y prevean no poder hacerlo la que viene. Saludarán 2011 con nueva vivienda... pero sin desgravación fiscal.
La cuestión es, ¿cabe pensar que la reducción de precios en el mercado pueda compensar la rebaja vía impuestos? Para empezar, no son del todo comparables. Un rebaja efectiva del 10 por ciento en el inmueble que se quiera comprar no es equivalente a la merma en la factura que pagamos año a año a Hacienda, diferida a lo largo del periodo completo de vigencia del préstamo: 15, 20, 25, 30 años...
En cualquier caso, en el periodo de último respiro de la desgravación por vivienda habitual para el amplio conjunto de compradores (la mantienen las rentas inferiores a 24.000 euros), sólo merece la pena referirnos al panorama que se encontrarán quienes compren vivienda a partir del 1 de enero, en un escenario libre de injerencias.
Si acudimos a datos del sector, en noviembre el descenso fue del 3,6 por ciento, con respecto al año pasado, según la tasadora Tinsa. Desde los máximos alcanzados en diciembre de 2007, el precio acumula un recorte del 17,9 por ciento. Algunos expertos aseguran que 2011 puede ser el año del ajuste definitivo del precio de la vivienda. Sin embargo, otros creen que el mercado inmobiliario no levantará cabeza hasta dentro de 4 años y que la corrección de precios puede ser de hasta un 50 por ciento.
Desde la Asociación Hipotecaria Española apuntan una visión interesante: "El stock existente determina aún un escenario de precios a la baja". No hay que olvidar que aún tenemos un millón de viviendas que no han encontrado comprador y hasta que el ajuste oferta-demanda no se produzca habrá que seguir hablando de bajadas. Finalmente, no está tan lejos la previsión de la agencia Fitch de junio sobre el sector inmobiliario español en los próximos años: advirtió de lo "sobrevalorada" que está la vivienda y de que aún tiene que corregir sus precios hasta un 30 por ciento respecto a los más altos, que se fijaron en 2008.