Vivienda

¿Me lanzo y compro una vivienda? Sepa si es un buen momento para hacerlo

Casi tres años después de que estallase la crisis de las hipotecas subprime, el mercado inmobiliario se ha corregido. Lejos quedan los tiempos en los que se producían 800.000 viviendas al año. El sector intenta revivir y uno de sus primeros pasos es dar salida al stock, que se quedó sin vender.

"¿Y si compro ahora?". Ésta es una de las preguntas que se hacen muchos españoles. Comprar casa sigue siendo la inversión preferida de los ciudadanos de este país, a pesar de que no es la más rentable. Sin embargo, la bajada de los precios que se ha vivido en los últimos años ofrece una oportunidad, ya que la rentabilidad ha pasado de un 2% -en la época del boom inmobiliario- a cerca del 4%. Más o menos, lo que están ofreciendo los depósitos bancarios.

Los organizadores de Sima no son ajenos a estar realidad, y consideran que la actual tendencia de los precios de la vivienda, así como una cierta reactivación del mercado hipotecario, son dos factores que juegan a favor de la duodécima edición del evento. Su objetivo es ofrecer alternativas y poner en marcha iniciativas que reduzcan el stock residencial hasta niveles normales.

"Condiciones óptimas"

Según explica el presidente de la patronal de los promotores y constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, "ahora mismo las condiciones son óptimas para comprar desde el punto de vista financiero. Las hipotecas se conceden a tipos bajos y los precios están ajustados. Además, todavía hay una oferta amplia".

Según Galindo, el momento actual es idóneo porque esa oferta va a ir reduciéndose y más adelante los compradores no podrán encontrar el piso que desean. "Cada vez hay menos donde elegir. Ahora, la gente aún puede optar por la mejor relación calidad/precio". El reto es conseguir la financiación, eso sí.

A los anteriores factores se suma uno más: la supresión prevista, a finales de este año, de la deducción fiscal por vivienda. Quien no compre ahora no podrá disfrutar de esa atractiva desgravación.

Hace prácticamente tres años que estalló la crisis de las subprime, en el verano de 2007. Fue entonces cuando se empezó a hablar de un ajuste necesario en el sector y a cuestionar el funcionamiento y la supervivencia de éste como pilar del modelo productivo. Como consecuencia de aquello, la producción se moderó -en bonanza, el mercado español llegó a construir hasta 800.000 viviendas al año, una cifra astronómica; hoy ronda las 100.000 anuales-. Y todo el stock, todas aquellas casas que no llegaron a venderse, vale ahora menos y busca dueño.

El peso de la incertidumbre

La demanda ha estado retraída por varios motivos. Uno de ellos, quizá el principal, ha sido la falta de confianza de los potenciales compradores, que ante la inestabilidad económica temían perder su empleo y verse incapaces de hacer frente a la hipoteca. Mucha gente joven se ha visto obligada a retrasar su emancipación ante la incertidumbre laboral que ha vivido el país. Pocos se atreven a meterse en una hipoteca si su empresa atraviesa un momento delicado.

Otro motivo destacado es que muchísimas personas han estado esperando, y aún esperan, a que los precios se ajustaran aún más. "A largo plazo, la demanda es inelástica: se puede retraer un tiempo, pero no mucho", recuerda Galindo. Además, no estamos hablando de un producto de lujo, sino de algo necesario, añade: "La gente precisa esa vivienda para materializar su proyecto de vida, los jóvenes quieren abandonar el hogar paterno. La demanda ya está empezando a darse cuenta de que necesita vivienda y no puede esperar toda la vida".

La compraventa de viviendas en España empieza a recuperarse. Quizá la oportunidad que esperan algunas personas esté en Sima, el evento de referencia del sector inmobiliario en España.

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