
El mercado hipotecario lleva meses en horas bajas, y si bien el euribor vuelve a hacer atractivo endeudarse, las entidades no están ahora por la labor de ponerlo fácil. Llevamos semanas asistiendo a dos circunstancias aparentemente contradictorias en el mercado hipotecario. El euribor, indicador de referencia para fijar el precio de estos préstamos, está situado en niveles mínimos, mientras que la concesión de hipotecas se ha colocado en máximos de exigencia.
Por lo que respecta a lo primero, hace sólo unos días se publicó el índice de marzo, ya en el 1,909%, la tasa más baja en diez años de historia, tras encadenar seis meses de descensos y perder en un año más de dos puntos y medio porcentuales. Esta rebaja supone que las hipotecas que revisen su tipo de interés con la referencia del mes de marzo verán caer su cuota mensual en una media de 182 euros al mes.
Desde luego, un escenario bastante atractivo para asumir una deuda como la hipotecaria, ¿o no? Y es que como sucede con el crédito en general, para este segmento las entidades están extremando el celo, al tiempo que elevando el diferencial, cuando no exigiendo el cumplimiento de requisitos que incluyen la contratación de productos que muy poco tienen que ver con el préstamo hipotecario, como son planes de pensiones, por ejemplo.
El grifo está cerrado
Si acudimos a los datos oficiales, no hay duda: el cierre del grifo es más que un hecho. El año pasado, la cuantía total de crédito a vivienda concedido por bancos y cajas españolas fue descendiendo a un ritmo vertiginoso que, como resulta lógico, no se ha detenido con el principio de año. En enero, se llegó a los 4.243 millones de euros, que frente a los 8.321 millones de hace doce meses supone una caída del 49%. En febrero no se abrió mucho más la mano: se concedieron 5.301 millones de euros, muy por debajo de los 9.158 millones del año anterior, un 42% menos.
Si bajamos a la realidad, topamos con lo mismo: "Se está mirando con lupa cada nueva petición, pero eso no significa que no se estén concediendo nuevas hipotecas, sólo que la política de concesión está siendo más conservadora", reconocen desde una entidad.
La estadística del INE, correspondiente al mes de enero, va en la misma dirección: el número de pisos hipotecados cayó un 43%, y el capital prestado, más de 50%, en términos interanuales.
¿Y qué ocurre con el precio al que se están ofreciendo las hipotecas? ING Direct ya subió en su día su hipoteca Naranja, del 0,35 al 0,55%. Sin embargo, volvió a sorprender a mediados de marzo encareciéndola más y colocando su diferencial actual, en el 0,75%, en uno de los mayores del mercado online. En otros casos, la subida del precio es algo más sutil. Deutsche Bank lanzaba recientemente la hipoteca Rompedora al más que atractivo 0,27%, pero con gato encerrado. Sólo se puede acceder a este diferencial con condiciones tales como contratación de una tarjeta de crédito con utilización mínima anual por importe de 3.000 euros, aportaciones al plan de pensiones o fondo de inversión de 3.000 euros mínimos anuales y contratación de un seguro de vida.
"Los diferenciales al alza obedecen al riesgo que asume la entidad por conceder la hipoteca, no tiene sentido que además exijan contratar productos. Si no ven clara la solvencia de un titular, lo más lógico es que directamente no den el préstamo", considera a este respecto Manuel Pardos, presidente de Adicae. En esta asociación, el precio medio de hipoteca con el que se topan asciende al 0,75% de diferencial, y sólo en el caso de clientes "muy solventes" se accede al entorno del euribor más 0,45%: "Son muy habituales los que rondan el 1%", añade.
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