Vivienda

Las grandes inmobiliarias piden "desatrancar" la financiación para normalizar el mercado

El secretario general de la patronal inmobiliaria G-14, Pedro Pérez, asegura que para que el mercado inmobiliario se normalice, la clave está en "desatrancar" la financiación al comprador para que se reactiven las ventas de vivienda nueva, que el pasado año cayeron más del 14 por ciento, según los datos del INE, situando el número de transacciones en cerca de 284.500, muy lejos de las alrededor de 600.000 que se vendieron en 2006. Por otra parte, hoy se ha sabido que los alquileres a traves de la SPA son menos rentables que los realizados en el mercado libre

Tal y como está la situación, Pérez duda de que se puedan vender más de 200.000 viviendas nuevas este año. En consecuencia, se seguirá ajustando la producción, con lo que el número de viviendas iniciadas no llegará a las 150.000, casi la mitad que el año pasado.

En lo que a actividad se refiere, 2009 ha empezado peor de lo que terminó 2008, ya que si en el último trimestre del año pasado las inmobiliarias que forman parte del G-14 sólo iniciaron la construcción de 135 viviendas, en enero no se comenzó ninguna, en tanto que en febrero la iniciación "previsiblemente también fue de cero", a la espera de los datos definitivos que lo confirmen.

Con el mercado de las ventas deprimido, el del alquiler gana peso, un negocio que, sin embargo, los promotores consideran de momento inviable, ya que la construcción de una vivienda lleva asociado el pago de un IVA que supone en torno al 10% de los costes totales y que no es posible recuperar con el arrendamiento.

La solución a este problema podría venir, según Pérez, de las Sociedades Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (SOCIMI), cuya regulación aún está en trámite parlamentario, por lo que no comenzarán a ser una realidad hasta finales de este año o principios del próximo.

Cambios en la aplicación de la norma sobre provisiones bancarias

El secretario general de la patronal inmobiliaria G-14 reclama también una adaptación al entorno económico actual de la aplicación de la norma que obliga a las entidades financieras a provisionar el crédito promotor sin ser moroso y sólo por contar con peores perspectivas que cuando se concedió.

"Los reguladores y supervisores deben tener sentido común, no amarrarse a los principios teóricos de esta cuestión y tener una visión más amplia para que se produzcan las adaptaciones, que no cambio de filosofía, que las circunstancias requieren", dijo Pérez en una entrevista con EFE.

A su juicio, el esquema de provisiones anticíclicas puesto en marcha por el Banco de España en 2005 ha sido beneficioso para las entidades financieras, que han acumulado recursos suficientes para hacer frente a la crisis, pero está teniendo un "efecto terrible" sobre las empresas promotoras, a las que se les ha cortado el crédito para no tener que calificarlo como moroso, aunque estén al corriente de sus pagos.

Por esta razón considera urgente la introducción de cambios en la forma de aplicar la normativa sobre este tipo de provisiones, ya que "si son anticíclicas en la fase expansiva deberían también serlo en la fase recesiva, porque están teniendo un efecto procíclico muy negativo para el sector inmobiliario".

De la misma manera, Pérez cree que la crisis ha evidenciado que los mecanismos de valoración de los activos inmobiliarios que se han venido utilizando hasta ahora deben ser "afinados", dado que el criterio de prudencia aplicado por unos tasadores "que se ponen en lo peor" está teniendo un efecto "devastador" en los balances de las empresas del sector, con las consecuencias que eso tiene para su viabilidad.

Importantes pérdidas de las inmobiliarias

Las inmobiliarias cotizadas, la mayoría integrantes del G-14, perdieron en 2008 más de 8.000 millones de euros como consecuencia de los ajustes contables realizados para adecuar sus activos al valor de mercado.

En opinión del responsable del G-14 es necesaria una reforma para salvaguardar la independencia de las sociedades de tasación, que no sólo dependen económicamente de las entidades financieras sino que en muchos casos éstas forman parte de su accionariado.

La irrupción de bancos y cajas de ahorro en el sector inmobiliario es vista por Pérez como algo coyuntural que no responde a un cambio de estrategia de las compañías financieras, que -a su juicio- no tienen ningún interés en este negocio, por lo que lo abandonarán en cuanto pase la crisis.

En este sentido, considera que ha habido una "actitud razonable" de la banca en el enfoque de lo problemas de la promotoras, a muchas de las cuales ha evitado el concurso de acreedores cancelando sus deudas a cambio de solares y viviendas o tomando una participación en su capital.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky