Aunque la oferta de las entidades es aún agresiva, hace tiempo que elmercado hipotecario está a la defensiva, como no podía ser de otra forma: se concedemenos dinero para comprar vivienda y a un tipo de interés más alto, aunque el euribor dé sus alegrías.
Contratación de un seguro de pagos, ingresos mensuales mínimos, domiciliar la nómina y varios recibos, suscribir el plan de pensiones, contratar la tarjeta Visa de la entidad para la que se requiere incluso un nivel mínimo de compras anuales... Todo esto sin hablar de avales o examen de los ingresos de los interesados. Éste es el panorama general de condiciones que ofrecen las hipotecas más atractivas del mercado. Sí, en efecto, aún se encuentra alguna a un diferencial tan bajo como 0,25 por ciento... pero ¿qué precio hay que pagar para obtenerlo?
Si acudimos a los datos oficiales del Banco de España, cada vez más. Arrancó el año con un tipo medio de interés 5,42%, para luego alcanzar su mínimo en el año del 5,27% en el mes de abril. Apartir de ese momento, comenzó a subir el precio al que bancos y cajas conceden las hipotecas para situarse en noviembre, último del que se disponen datos, en el 6,02%. Ahora bien, esta tendencia puede empezar a invertirse por obra y gracia de un euribor en sus horas más bajas. De hecho, la media en el mes que viene puede situarse en el entorno de un 3,6% (euribor al 2,6 más 100 puntos de diferencial).
Prestamos a vivienda
Por tanto, más revelador si cabe es el dato del monto de dinero dado en préstamos a vivienda, que en el mes de noviembre fue de 4.848 millones de euros, es decir, casi la mitad de lo concedido en enero, 8.321 millones. El pico se alcanzó en abril, cuando se dio luz verde a un total de 9.845 millones. Y el punto de inflexión se produjo en agosto, cuando el crédito se desmoronó hasta los 4.495 millones de euros.
Lo cierto es que todas estas magnitudes reflejan una realidad cotidiana que están viviendo, desde hace unos meses, ciudadanos que ven cómo esos préstamos con diferenciales por debajo de los 50 puntos básicos, que antes se concedían con más o menos alegría, ahora parecen vedados.
Encontramos productos como el de Caixa Galicia, a euribor más 0,38% que exige domiciliar ingresos mensuales superiores a 2.500 euros. O la hipoteca ligera de Bancaja, a euribor más 0,55 por ciento, a cambio de domiciliar la nómina, contratar un plan de pensiones y un seguro de financiación que, si el importe supera los 180.000 euros, exige el sometimiento a un reconocimiento médico.