Las sociedades patrimoniales, que han actuado durante años como cabeceras de grupos empresariales trabajando con matrices, ahora se ven abocadas al concurso. Yáñez considera que existe un problema en la transposición en la Directiva 2202/47, que regula los 'swaps', pero en el que se han incluido todas las garantías financieras. "Es una transposicion bastante mala".