
Argentina acogerá en 2013, por quinto año consecutivo, el Rally Dakar, una prueba automovilística que atravesará la mitad norte del país sudamericano.
El día 11 de enero el más famoso de los rallyes se adentra en Argentina y los 459 vehículos participantes en la nueva edición recorrerán las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Catamarca y La Rioja. Millones de espectadores seguirán el desarrollo de la competición al tiempo que podrán admirar los increíbles paisajes de Argentina, su combinación entre parajes selváticos, cañones desérticos y terrenos salpicados de dunas.
El paso del Rally Dakar será una ocasión única para admirar el Norte de Argentina, una tierra en la que habitan decenas de pueblos y comunidades que mantienen vivos ancestrales cultos nativos. En definitiva, todo un mundo por descubrir para el turista europeo que mayoritariamente se decanta por Buenos Aires y la zona de los glaciares cuando visita Argentina.
Con ojos de viajero...
Jujuy, la tierra de los mil colores. Cuatro regiones componen la provincia de Jujuy, con el común denominador de unos paisajes asombrosos: La Puna alberga desolados y espectaculadres escenarios naturales que incluyen los famosos salres; la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad, alberga pueblos como Tilcara, Purmamarca y Humahuiaca, donde el pasado pasado se hace presente y el arte precolombino se hace tangible; los Valles destaca por su exuberante vegetación y ríos cristalinos; y Las Yungas ofrece el paisaje de una selva de altura, con posibilidades para los amantes del turismo de aventura.
Salinas de Jujuy.
Salta, destino de aventureros. Esta provincia brinda al turista innumerables opciones para recorrer su paisajes de vivos colores: tierras áridas, extensos salares, selvas, vestigios de pueblos aborígenes... Es un destino idóneo para quienes disfrutan con los desafíos: trekking, tirolesa, rappel rafting en los rápidos o parapente en la Cuesta del Obispo son algunas de las opciones.
Salta es una bella ciudad de estilo colonial, bien conservada, donde puede visitarse el Museo de Alta Montaña, que recoge la historia de la expedición que encontró las famosas momias de los niños incas, en el volcán de Llulliallaco. Los viajeros gourmets disfrutarán con la cocina criolla y andina. También merece la pena conocer Cafayate, localidad referente de la Ruta del Vino, que se enmarca entre quebradas de misteriosas formas. Se dice que sus conocidos vinos se gestan en los viñedos más altos del mundo, entre los 1.700 y los 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Tucumán, el jardín argentino. Conocida por su exuberante belleza natural, Tucumán es la puerta de entrada al norte argentino y también la provincia más pequeña de Argentina. Llanuras, montañas, climas secos y húmedos en un contraste que reproducen sus modernas ciudades junto a sus apacibles pueblos. Es también un destino de interés para el turismo arqueológico, visitando los Valles Calchaquíes, escenario de las etnias primitivas que habitaron estas tierras. Recorrer la provincia es remontarse al legado de pueblos remotos, a la acción libertadora de los criollos, a los personajes que forjaron la industria azucarera y a los intelectuales que transformaron la provincia en el centro del movimiento cultural del norte argentino. Su capital es San Miguel de Tucumán, sitio histórico por ser donde se proclamó la independencia de Argentina.
Santiago del Estero, relax termal. Entre los principales atractivos de la provincia destacan las Termas de Río Hondo, un destino tradicional para el turismo de salud. Es también una tierra marcada por el misterio de sus leyendas, que convive con cientos de iglesias, santuarios y conventos desperdigados. Muchos de los mitos y tradiciones han dado el salto al folklore y perviven en poesías y canciones populares.
La región santiagueña puede presumir también de contar con el Parque Nacional Copo, donde se conservan especies animales amenazadas de extinción, como el yaguareté, el tigre, el oso hormiguero grande o el tatú carreta, que es el mayor armadillo del mundo. La capital de Santiago del Estero comparte nombre con la provincia, aunque también es conocida como "Madre de las Ciudades", por ser la más antigua que fundaron los españoles, allá por 1553.
Catamarca, geografía asombrosa. Tierra de paisajes deslumbrantes, Catamarca comparte con las otras regiones la capacidad para sorprender al viajero con un mosaico de paisajes difícil de prever. Territorios áridos, lagunas con flamencos, volcanes extinguidos, valles fértiles y yacimientos arqueológicos que recuerdan la cultura indígena.
Con estos recursos se entiende que el turismo de deportes de aventura y el turismo cultural sean dos de sus bazas para atraer visitantes durante todo el año. El complemento perfecto lo ponen su ruta del vino, la artesanía local, sobre todo los telares y los trabajos en piedra rodocrosita, y su gastronomía.
La "otra" Rioja. Comparte con La Rioja española el nombre y la vinculación con el vino. Viñedos y olivares ponen color en un paisaje que también incluye el ocre del desierto. La región posee un Parque Nacional, Talampaya, declarado Patrimonio Universal por la UNESCO, de impresionante belleza e imponentes paredones rojos. El turismo de naturaleza es uno de los alicientes de los visitantes de La Rioja, sobresaliendo entre los ecosistemas a admirar la Laguna Brava, habitada por flamencos rosados.
Parque Nacional Talampaya.
Córdoba, herencia colonial. La provincia de Córdoba constituye uno de los centro económicos del país y su capital, homónima, es la segunda más poblada después de Buenos Aires. Desde el punto de vista turístico tiene bastante que ofrecer. Por una parte, su legado colonial, con unos monumentos arquitectónicos que se identifican rápidamente.
Santa Catalina, en Córdoba.
Al adentrarnos en la provincia, rumbo norte, van surgiendo las capillas y estancia, del siglo XVII y XVIII, entre las que destacan las cinco Estancias Jesuíticas. Éstas, unidas a la Manzana Jesuítica en la capital cuentan con la declaración de Patrimonio de la Humanidad y son también el silencio testimonio de una época.