Muy cerca del Parque de Ordesa, pero traspasando la frontera a Francia, está el departamento francés de Altos Pirineos, para muchos aún por descubrir pese a la proximidad. Esta región ofrece al viajero una variada oferta de turismo deportivo en plena naturaleza, siendo también un destino especial para el turismo espiritual porque aquí se encuentra Lourdes.
La aerolínea española Air Nostrum nos pone fácil llegar hasta Altos Pirineos, con los dos vuelos semanales que opera los sábados y los martes (tarifas desde 59 euros por trayecto) y que aterrizan en Tarbes, la capital del departamento. Es una ciudad con mucho encanto, en la que se puede visitar el Jardín Massey, de 14 hectáreas, con gran variedad de flora. Se trata de una localidad muy unida a los caballos, que curiosamente tiene un acaballadero en mitad de la ciudad, siendo el lugar de nacimiento de la raza de caballos anglo-árabes.
Sin duda alguna, la ciudad más conocida de Altos Pirineos es Lourdes, una población que cada año recibe más de 6 millones de visitantes. Después de París es la segunda más visitada de Francia. La gente, cargada de esperanza, llega a esta pequeña ciudad en la que Bernadette vio aparecer a la virgen dieciocho veces en una gruta, donde hoy en día aún se celebran misas.
El santuario de la ciudad es el cobijo de los visitantes, un espacio en el que se respira una energía diferente y se constata la fe de la gente. Un lugar que hay que visitar al menos una vez en la vida.
El turismo deportivo y de naturaleza es otro de los fuertes de la región. Bicicleta, vías ferratas, senderismo y esquí son algunas de las opciones que nos ofrece esta zona. Los amantes de la bicicleta tienen una cita ineludible con el puerto de Hautacam y en el Tourmalet. Este último es el más escalado en el Tour de Francia.
El Vallée du Louron ha sabido conservar el encanto de los pueblos de montaña, la tranquilidad, la singularidad de sus gentes, y junto con el balneario, Balnea, se trata de un lugar idóneo para relajarse después de un día haciendo deporte.
No podíamos pasar por alto en los Altos Pirineos Franceses, el Pic du Midi, muy conocido entre los amantes de la montaña y también de las estrellas. La única manera de subir al pico es cogiendo dos teleféricos -de lo más modernos y empinados- con los que subes a una altitud de 2.788 metros. Allí te esperan 600 metros cuadrados de terrazas perfectamente acondicionadas para unas vistas de 360º que no te va a dejar indiferente. Un hotel, el observatorio y un pequeño museo de la construcción del lugar completan los servicios que se nos ofrecen en lo alto del pico.
Otro teleférico, muy cerca de Lourdes en esta ocasión nos sube al Pic du Jer donde se practica BTT y se puede ver una panorámica impresionante de la ciudad más espiritual de Europa.
En Altos Pirineos no dejan de lado ni a los niños ni a los amantes de los animales. En plena tierra del oso, desde 1999, podemos disfrutar del Parque de Animales Pirenaicos, en el que podemos ver lobos, osos, linces, nutrias gigantes y también estar en contacto con marmotas. Dentro de este parque te ofrecen la opción de pasar una noche rodeado de lobos en una cabaña con vistas.
La comida también es digna de mención en la región. La época de pesca es rica en truchas, que se pueden degustar en todos los restaurantes típicos. No podemos olvidarnos del pato ni del cordero, que acompañados de un vino impecable -siguiendo la tradicional calidad de los caldos franceses- nos ayudarán a recuperar fuerzas.