
Rusia, el país de mayor extensión del mundo, es un híbrido cultural resultado de la interacción de las costumbres de diversas civilizaciones, que conformaron este gran estado hace varias épocas, estando fuertemente arraigado a la cultura de los primeros eslavos orientales.
Hoy en día, a lo largo y ancho de sus 17.075.000 kilómetros cuadrados, sigue presente en cada uno de sus rincones aquella época imperial de zares dominantes, cuyo lujo caracterizaba a la corte rusa, y la mezcla entre Oriente y Occidente en sus dos principales ciudades, Moscú y San Petersburgo. Ambas poseen una belleza muy singular que las distingue del resto de ciudades: monumentos majestuosos, espléndidos museos, mágicos y acogedores parques y una exquisita gastronomía, con una gran variedad de ingredientes y sabores.
Esta semana viajamos a conocer el Tesoro de los Zares, Moscú y San Petersburgo, en un viaje inolvidable recorriendo sus monumentos más emblemáticos.
Comenzamos nuestro periplo por la capital rusa, Moscú, centro cultural, financiero y artístico del país. Surcada por el río Moscow y salpicada por diversos canales que la unen con otras zonas del estado, recorremos el primer día sus grandes avenidas flanqueadas por majestuosos edificios de diferentes estilos arquitectónicos. Al llegar a la famosa Plaza Roja, visitamos la imponente Catedral de San Basilio, al sur de la misma, construida por orden de Iván el Terrible. La torre del centro, cuya forma recuerda a una piña, está rodeada por diez cúpulas de diferentes tamaños y colores, que albergan capillas. En una de ellas están los restos de San Basilio, el vidente que predijo la muerte del hijo de Iván el Terrible a manos de éste. Su interior, bello y original, mezcla perspectivas curiosas y piedras coloridas, consiguiendo así el entorno idóneo para la oración.
Coronando la Plaza Roja también se encuentra el edificio del Museo Histórico del Estado, el más antiguo de Rusia. Actualmente consta de 57 salas en las que se exponen hasta 300.000 objetos, abarcando desde la Prehistoria hasta la Segunda Guerra Mundial. En la exposición permanente destacan, como joyas de la colección, un sarcófago del reino del Bósforo del siglo VI a.C., las puertas de Santa Sofía de Novgorod del siglo XIII, objetos personales de Pedro I, el trineo que Napoleón utilizó durante la guerra, etc. Además, en la sala inferior del museo se realizan exposiciones temáticas de forma temporal y diferentes trabajos de investigación.
En el lado este de la plaza se encuentran los lujosos Almacenes GUM (Gosudarstvenniy Universalniy Magazin), repletos de tiendas. Sólo si tu bolsillo te lo permite, podrás hacerte con algunos de los productos que se venden, ya que tiene tiendas de las mejores marcas: Dior, Cartier, Hermès? Aunque también se pueden encontrar algunas tiendas medianamente accesibles al bolsillo medio tras los lujosos escaparates.
Cerca de la Plaza Roja, están el célebre Teatro Bolshoi, uno de los sitios más románticos de la ciudad que, a lo largo de su vida, ha visto a actuar a los grandes divos de la ópera, las más selectas orquestas y los mejores ballets; y la Catedral de San Salvador, con la piedra blanca como anfitriona y en la que reposan los restos de uno de los pintores rusos más importantes del siglo XV, Andrei Rublev.
Entre las visitas más deseadas por los turistas en Rusia está el Kremlin con sus Catedrales, situado también en la Plaza Roja; una "ciudad" fortificada dentro de otra ciudad que se alza sobre una colina de 40 metros de altura. En la antigua Rusia, en cada ciudad importante se erigía un recinto amurallado dentro del cual se situaban el poder militar, civil y religioso. El de Moscú, cuna de la ciudad, es el más importante de todo el país, y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Construido en el siglo XII, su forma actual se concluyó en el siglo XV, y es un auténtico reflejo de las diferentes etapas del arte ruso. Hoy en día continúa albergando a los principales órganos políticos y religiosos del Gobierno: el Palacio Presidencial, diferentes edificios militares y de administración, como el Arsenal y el Senado, y numerosas iglesias y catedrales. En su interior, visitaremos la "Campana Zarina", la mayor del mundo, y el resto de atractivos artísticos y turísticos de incalculable valor.
Continuamos nuestra andadura por Moscú con un paseo por las grandes avenidas que bordean el río Moscow, cuyas vistas nos ofrecen una panorámica impresionante del Parlamento, la Duma o "Casa Blanca" y del estadio olímpico. El Convento de Novodiévichi, situado junto a uno de los meandros del río de la ciudad y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los más bellos de Rusia. Fundado por Basilio III en el año 1524, nadie puede dejar de ver en su interior un museo de gran importancia con colecciones de iconos, joyería, bordados y libros antiguos.
Por su parte, San Petersburgo es impresionante porque está surcada por 86 ríos, canales de 300 kilómetros de longitud y más de cien islas en la parte del Delta del Río Neva. Pero esta ciudad, la segunda en importancia de Rusia por detrás de Moscú, también destaca por su historia, lujo, cultura y arte.
Viajamos hasta la llamada "Venecia del Norte", donde disfrutaremos de una gran variedad de teatros, palacios y lujosas e imponentes fachadas que protagonizan las amplias avenidas. La Avenida Nevsky es el centro de vida de San Petersburgo, uniendo el Almirantazgo con el Monasterio de Alexsander Nevsky. En sus cuatro kilómetros de longitud se encuentran, entre otros, el Glavleningradstroy, el Palacio de los Dux de estilo veneciano, la Casa de las Artes, el Café de los Literatos, el Palacio Stroganov, la Iglesia Holandesa, el Templo Luterano de los Santos Pedro y Pablo y la Dom Kñigi, la mejor librería de San Petersburgo. En definitiva, cuatro kilómetros de historia, arte y cultura.
Visitamos la Fortaleza de Pedro y Pablo, situada en una isla pequeña frente al Palacio de Invierno. Antiguamente, estaba destinada a proteger la ciudad de las incursiones por vía marítima. Tiempo después, los Zares la utilizaron como prisión política, encarcelando allí a sus principales opositores. Hoy en día es un museo, cuya recinto amurallado ofrece unas vistas espectaculares e incomparables de la orilla sur del río Neva. La pequeña iglesia que se encontraba originariamente en su interior, se ha ido agrandando poco a poco hasta convertirse en catedral, donde se encuentra la tumba del fundador de la ciudad, el Zar Pedro el Grande, así como las de los zares de la dinastía Romanov y sus familias.
Para entrar a la Fortaleza es necesario atravesar el Puente de San Juan, que da paso a la Puerta de San Juan y a la Puerta de San Pedro, la entrada principal al recinto.
Aprovechando la situación en la que nos encontramos, visitamos la Catedral de Nuestra Señora de Kazán, una de las obras maestras de la arquitectura rusa del siglo XIX y en la que se celebran las bodas reales. Fue construida en el lugar donde se encontraba la antigua iglesia de piedra para guardar el icono antiguo de Nuestra Señora de Kazán.
Para finalizar con nuestro periplo ruso, visitamos el famoso Museo del Hermitage, situado en el antiguo Palacio de Invierno, la residencia de los Zares. Es el museo más grande de Rusia y uno de los más importantes del mundo, ya que cuenta con más de tres millones de obras de autores de renombre mundial como da Vinci, Rafael, Rembrandt, Van Gogh y Picasso. Posee colecciones de escultura, pintura, porcelana, tapicería y joyas, grabados, antigüedades de la época clásica, armas, medallas, monedas y valiosos libros.
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