A lo largo de 1.500 kilómetros la costa gallega seduce al Cantábrico y al Atlántico, busca la complicidad de sus aguas y juega con ellas formando arenales increíbles.
Ribadeo.
Desde Ribadeo hasta A Guarda los turistas que visiten Galicia tendrán la oportunidad de disfrutar de las 122 playas que este año cuentan con el distintivo de Bandera Azul que concede la Fundación Europea de Educación Ambiental, la mayor concentración de este tipo de distintivo de todo el país, además de nueve que gozan de la prestigiosa 'Q' de Calidad Turística otorgada por el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE). Y es que nadie puede imaginar esta tierra sin su mar. Un mar con el que mantiene una constante e íntima relación dialéctica, hasta el punto que ese mismo mar, el Cantábrico y el Atlántico son un mismo determinante climático, un espacio productivo, una frontera más o menos peligrosa y siempre un horizonte abierto, un camino, un reto.
Y entre medias, Catedrales, las siete olas de A Lanzada, Sargadelos, surf, San Andrés de Teixido, escritores, artistas, pan de pueblo, conservas, percebes, ermitas, Costa da Morte, carreteras imposibles, redeiras, puertos con Cariño, rías y más rías, con orillas que se miran con osadía y que se arrogan el nombre de estos entrantes de mar, marisco, empanada, cruceiros, el Camino del Norte, el de Fisterra y hasta el Camino Inglés, subastas de pescado, pimientos de Padrón, vinos albariños, puertos deportivos, turismo rural, de salud y gastronómico, fiestas populares, sol y lluvia, el Apóstol, paradores, Galicia.
Para acercarse a esta realidad azul y al significado que tiene el mar en Galicia es preciso dibujar un itinerario que viene marcado por la división geográfica que establecen sus rías. Desde las altas, hasta el Golfo Ártabro, desde Costa da Morte hasta las soleadas Rías Baixas.
Islas Cíes.
De Ribadeo a Cedeira
Los dos primeros arenales azules se dan cita en la señorial Ribadeo, Os Castros y la monumental As Catedrais, e inmediatamente después Areoura, Peizás, Arealonga, Llas, As Polas, Os Xuncos y A Rapadoira, en Foz.. Las aguas del Cantábrico bañan localidades como Burela, y sus playas de A Marosa, O Portelo y Ril, o la de Caosa, en Cervo, Esteiro, en el municipio de Xove y Abrela, en O Vicedo.
A partir de este punto, donde arranca la provincia de A Coruña es posible disfrutar de las playas de Morouzos y A Concha, en Ortigueira. Aquí la costa se vuelve casi virgen, como lo demuestra la agreste, pero muy hermosa localidad de Estaca de Bares. En el punto de salida de la ya provincia de A Coruña surge Ortigueira.
Golfo Ártabro
Los romanos bautizaron con el nombre de Magnus Portus Artabrorum a los tres espacios naturales que conforman las rías de Ferrol, Ares y Betanzos, y A Coruña. Tierras en las que moraron los ártabros en la Galicia prerromana. Se trata de un litoral muy recortado, aunque con pocos precipicios, lleno de playas paradisíacas y con olas moderadas que atraen hasta arenales como el de Valdoviño a los amantes del surf, pero también en A Frouxeira, Do Río, Pantín, Baleo y Villarube.
Desde la AP-9, la vía que vertebra el litoral gallego de norte a sur el viajero se asoma desde un gran puente a la ría de Betanzos en donde se asienta el concello de Miño y sus tres estandartes: Perbes, la playa de Ribeira y la de Grande. Entre esta localización y la siguiente que será en A Coruña, y sus conocidas Orzán y Riazor, es obligado hacer una parada en el municipio de Oleiros y en su espectacular playa de Bastiagueiro, desde donde se puede hacer una extensión a sus vecinas de Mera y Espiñeiro.
Costa da Morte (De Corme al fin del mundo)
Leyendas y mitos hacen de esta franja costera un lugar cargado de historia y también de miedos. Localidades como Corme o Laxe, Muxía, Malpica o Cee se abren a arenales muy batidos por el mar como Razo, Saíñas y Pedra do Sal, además de Balarés, en el municipio de Ponteceso. Antes de poner fin al itinerario por esta abrupta costa para adentrarse en las rías más al norte de cuantas forman las Rías Baixas, los tres últimos altos en el camino son para Fisterra, Dumbría y Cee y la posiblidad de zambullirse en las frías aguas de Langosteira, Ézaro y Estorde.
Retorta Boiro.
Rías Baixas, destino turístico
Muros y Noia, Arousa, Pontevedra y Vigo, cinco localidades para cuatro rías de clima suave y gran tamaño que las convierten en lugares de peregrinación no religiosa, sino turística para gallegos y no gallegos. Desde las playas de Aguieira y Caveiro, en Porto do Son se contempla un hermoso paisaje, aunque lo más singular de este municipio es, sin duda, el Castro de Baroña.
Ya en Ribeira, capital de la sierra del Barbanza, son parada obligatoria los arenales de Coroso y Vilar, Corna y Touro, Río Azor y Ameixida con vistas a la ría de Arousa. Justo antes de llegar al puente de Catoira que une las dos orillas de esta ría y adentrarse en O Salnés, la noctámbula Boiro oferta hasta cinco playas con el distintivo azul: Carragueiros, Barraña, Mañóns, A Retorta y Saltiño.
Arousa
Doce ayuntamientos de la provincia de Pontevedra ven con orgullo cómo en 51 de sus playas ondea la bandera azul. Las más relevantes se encuentran en el municipio de O Grove, donde surge la emblemática playa A Lanzada, antes de llegar a la conocida playa de Silgar, en Sanxenxo. Cuanto más hacia el sur la temperatura de las aguas experimenta un ligero ascenso, apreciable en Xiorto y Cabeceira, en Poio, Portocelo, Aguete y Mogor, en Marín, y Portomaior, Área de Bon y Lagos, en Bueu.
El último tramo de este recorrido lo anuncia la majestuosa presencia de las Islas Cíes, justo a la entrada de la ría de Vigo, donde algunos dicen de Rodas y Figueiras que están entre las cinco mejores playas del mundo. El último tramo es para Playa América, en Nigrán, y para Baiona y sus playas de A Ribeira, Os Frades, Santa Marta y A Barbeira, si bien lo que hace que esta villa sea conocida a nivel nacional son, entre otras cosas, su parador, su puerto náutico y su importancia histórica, tras arribar en 1493 la nao Pinta después de su viaje a América. Finalmente, en A Guarda, y tras una visita al castro de Santa Negra, tiene lugar el último baño azul en las playas de O Muíño y Área Grande.