
El grupo Ribera Salud opta a la concesión de un hospital público en Eslovaquia, cofinanciado por la Unión Europea, que se va a construir y gestionar mediante un contrato de colaboración público-privada, según ha sabido elEconomista de fuentes del sector sanitario.
Se trata del nuevo Hospital Universitario de Bratislava, situado al noroeste de la capital eslovaca en un terreno de unos 90.000 metros cuadrados. Tendra 880 camas y una actividad prevista de 44.000 ingresos hospitalarios, 875.000 visitas ambulatorias, 610.000 procedimientos diagnósticos y 47.000 operaciones al año.
La concesión será por un período de 30 años y el montante del contrato se estima entre 200 y 250 millones de euros. Estas cifras no son definitivas, ya que el proceso de contratación es el de diálogo competitivo, en el que hay cuatro candidatos de diferentes países, siendo Ribera Salud el único español.
A diferencia de las concesiones que actualmente tiene, la empresa valenciana acude a esta convocatoria en solitario, ya que cuenta con el respaldo financiero de sus dos accionistas al 50 por ciento, Banco Sabadell y el grupo asegurador estadounidense Centene.
Ribera Salud ya tiene experiencia internacional, ya que participa en los dos primeros hospitales con modelo público-privado de América Latina -Hospital del Callao y Hospital Villa Maria del Triunfo en Perú- y es proveedor tecnológico de varios hospitales públicos de Chile.
La empresa que dirige Alberto de Rosa participa en las empresas que gestionan los hospitales y centros de salud de Alzira, Torrevieja, Denia, Vinalopo, todos en la Comunitat Valenciana, y en la sociedad Erescanner salud que gestiona el servicio de Resonancias Magnéticas.
En la Comunidad de Madrid está presente en la sociedad BR salud, gestora del servicio del Laboratorio Central de San Sebastián de los Reyes que da cobertura a seis hospitales públicos.
La adjudicación está prevista para este año, el inicio de las obras para 2016 y el comienzo de la actividad del hospital, para tres años después. Además de Ribera Salud, en el proceso de diálogo competitivo participan una empresa de Israel, otra de Canadá y una cuarta de otro país.