
Mariano Rajoy tomará este fin de semana una decisión sobre el cabeza de lista del PP para las elecciones en la Comunidad Valenciana, donde casi nadie dentro y fuera del partido apuesta por el actual presidente, Alberto Fabra.
Rajoy celebra este sábado en Toledo una reunión con su asesor en estrategia electoral Pedro Arriola y la cúpula nacional del partido, en la que el PP valenciano espera que se decidan las candidaturas de Valencia y Madrid. La decisión le sería comunicada a Fabra el lunes, antes o después del Comité Ejecutivo Nacional.
Las quinielas valencianas en las que no aparece Fabra se basan en que lo tiene todo en contra, con dos factores muy relevantes: la falta de apoyo interno y su posible imputación en el caso Valmor.
Respecto al primero, el sustituto que eligió Rajoy cuando dimitió Francisco Camps en julio de 2011, dos meses después de ganar las elecciones, no ha conseguido hacerse con el control del PP valenciano ni ganarse la confianza de la dirección nacional.
En los últimos meses, Fabra ha visto cuestionado su liderazgo en público por Rita Barberá, los barones provinciales de Valencia, Alfonso Rus, y Alicante, José Císcar, que es el vicepresidente de la Generalitat.
La falta de apoyo de la alcaldesa de Valencia se considera definitiva, ya que es la única que tiene interlocución con Rajoy. Las desautorizaciones desde Génova también han sido continuas, especialmente por parte de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, cada vez que Fabra se reivindicaba como candidato.
El golpe definitivo a la credibilidad entre los suyos del político castellonense fue, el pasado mes de septiembre, la reunión de tres horas en La Moncloa entre Rajoy y Barberá, a espaldas de Fabra, aireada después por el Gobierno con fotos y vídeo.
El 'caso Valmor'
El otro factor importante es su posible imputación, en plena campaña, en el caso Valmor, tras haber denunciado Anticorrupción una decisión del Gobierno valenciano.
La Fiscalía acusa sólo a la exconsellera Lola Johnson, al entender que engañó al resto del Ejecutivo, pero es probable que Johnson inculpe a sus excompañeros, entre los que se encuentran Fabra y la número dos del PP valenciano, Isabel Bonig, una de las candidatas a sucederle.
Otros puntos contra su candidatura son su discreta gestión al frente de la Generalitat, con logros poco rentables desde el punto de vista electoral, y una encuesta encargada por Génova en Navidad. No se conocen los resultados, pero se ha filtrado que Fabra no está entre los preferidos por el electorado, según publicó el digital Valencia Plaza.
González Pons, favorito
El candidato que más suena es el vicesecretario del PP y eurodiputado Esteban González Pons, aunque se resiste a volver de Bruselas. Otra posibilidad sería presentar a Rita Barberá a la Generalitat y a González Pons al Ayuntamiento, pero en el partido aseguran que la alcaldesa rechaza tal posibilidad, como ya hizo tras la dimisión de Camps.
La apuesta más joven, la consellera de Educación, María José Català, también es rechazada por Barberá, mientras Bonig es bien vista, pero tiene el riesgo de verse involucrada en los casos Valmor y Vaersa.