
Francisco Valero (Burjassot, Valencia, 1951) es profesor mercantil y decano del Colegio Oficial de Titulares Mercantiles y Empresariales de Valencia (Comeva), el colectivo de profesionales que asesora y colabora con las pymes en materia económica.
El PIB subió un 0,5 por ciento en el tercer trimestre de 2014 y un 1,6 por ciento interanual. ¿Se percibe esta mejoría en las pymes?
Muy poco, por no decir casi nada. Todo lo que se está hablando de crecimiento puede ser que en cifras generales sea así, pero en la pyme se está notando muy poquito. Es más, diría que se notó cierto crecimiento en los primeros dos trimestres de 2014, pero en el tercero parece que se ha paralizado.
¿Qué expectativas hay para este trimestre y los próximos?
No se puede generalizar, porque las pymes tienen características muy diversas. La exportación funciona muy bien y está teniendo crecimientos importantes. La pyme que está afectada fundamentalmente es aquella que depende del consumo final en España. Estoy hablando del sector del mueble, el textil, artículos de regalo... Esos sectores están penalizados por el bajo consumo. Si, efectivamente, con la reforma fiscal las familias vuelven a tener más dinero, el consumo subirá y las empresas lo tienen que notar. Y habrá un crecimiento. Pero yo, en este momento, soy escéptico.
¿Qué le parece la reforma fiscal?
Yo, que llevo muchos años en la profesión, soy de la idea de que cualquier reforma fiscal es una inversión del Gobierno para sacar más dinero. Así de claro. Efectivamente, han reducido las tarifas en la Renta, pero las han reducido bastante en el nivel bajo, que debía ser así, y en el nivel muy alto. En el nivel muy alto se ha bajado mucho, en Valencia pasa del 52 al 47 por ciento. Y sin embargo, en los estudios que hemos hecho a través del Consejo General de Economistas, en la clase media, la más numerosa, la incidencia es muy pequeña, positiva, pero muy pequeña.
¿Y las rebajas para empresas?
Hay unas ventajas indudables en cuanto a tipos impositivos. En este momento, la pyme paga el 25 por ciento de sus primeros 300.000 euros de beneficios y del exceso paga el 30 por ciento. A partir de 2016, finaliza el período transitorio y la pyme continúa pagando exactamente lo mismo que ahora, el 25. Las beneficiadas son las grandes empresas, que pasan en 2015 del 30 al 28 por ciento y en 2016 al 25 por ciento. El ahorro importante lo van a tener las grandes empresas, no la pyme.
¿Ha dado resultado la reforma laboral?
Sí, pero a pesar de que es más barata, hay costes muy importantes para las empresas. En el tema laboral se intenta tener una protección al trabajador, evidentemente. Sin embargo, no tendría que ser tan lesivo para las empresas. Muchísimas se han adaptado tirando gente. Si las empresas hubieran tenido otras alternativas y el despido fuera menos costoso, creo que se hubiera invertido en la empresa y si se invierte en la empresa, en el futuro va a tener un desarrollo mejor y tiene posibilidades de volver a crecer y a crear empleo.
Y una tercera reforma, la de la ley concursal, que se sigue retocando.
Se ha planteado un cambio radical en el nombramiento de los administradores concursales, que es un tema que por la actuación de una serie de compañeros se ha perjudicado a la totalidad de la profesión. Y la totalidad de la profesión no hace lo que a veces aparece en la prensa, por una razón fundamental, y es que son despachos pequeños donde se les adjudica o asigna una serie de concursos normalmente muy pequeños y que en el 50 ó 60 por ciento de los casos el administrador concursal no cobra porque no hay masa activa. Con la nueva ley, los nombramientos, salvo excepciones que no sabemos aún cuáles son, van a ser por lista. Estamos preocupados, porque si le toca un concurso importante a un compañero que no tiene experiencia es un grave problema para el concursado y para el juzgado.
Desde el punto de vista de las empresas, se dijo que la reforma era para hacer más viables a las concursadas. ¿Está funcionando?
Fracaso total. Lo dice la estadística. El 95 por ciento de los concursos va a liquidación y del 5 por ciento de los que van a convenio, a los tres años la mitad incumple el convenio y va a liquidación también. En ese sentido es un auténtico desastre. No hemos sabido hacer una ley para salvar la empresa. Hay muchas razones. Con independencia de que el legislador tendría que actuar de otra manera, la culpa muchas veces es del empresario, porque cuando llega al juzgado está ya muerto.
Hay una figura nueva que es la del mediador concursal.
Eso salió en la reforma de 2013 y en el Colegio se hicieron unos cursos para quien quisiera ser mediador, pero eso no se ha desarrollado. Yo no conozco a nadie de nuestro colectivo que haya sido nombrado mediador concursal. Para nosotros hay un defecto muy grande en la ley, y es que si a uno le nombran mediador de un concurso y fracasa, la empresa va a concurso de acreedores y nombran administrador concursal al que hizo de mediador, al que ha fracasado. No tiene sentido.
Los bancos dicen que ya están dando crédito a las pymes y que no dan más por falta de demanda solvente.
Eso es cierto. Los bancos en estos momentos tienen dinero para dar, lo que pasa es que no se lo quieren dar a todo el mundo. Pide unas garantías, sean de la empresa o particulares, y muchas empresas dicen que con la que está cayendo no piden dinero, porque no quieren avalar personalmente. El gran problema de la pyme, y en los concursos lo estamos viendo, es que cuando finaliza el concurso hay muchos socios o accionistas que han perdido todo y, encima, deben dinero. Son insolventes para toda la vida. Con la nueva ley se pretende corregir esa situación y a uno que ha perdido la empresa y ha perdido todos sus bienes le permite comenzar de cero.
¿Cuándo se va a completar la fusión con el Colegio de Economistas de Valencia?
El Colegio de Economistas de Valencia, el de Madrid y el de León son los únicos tres que después de la unificación a nivel de Consejo General han presentado un recurso en contra de la unificación y han tenido dos sentencias favorables. Pero han sido por un defecto de forma del Ministerio de Economía, que tenía que haber incorporado un informe llamado "de impacto normativo". Eso ha llevado a que ese proceso pueda ser anulado. La decisión que hemos tomado en el Consejo es recurrir en casación la sentencia ante el Tribunal Supremo y convocar un pleno con todos los presidentes de colegios de titulares mercantiles y todos los presidentes de colegios de economistas para decirles: ha pasado esto y, por si acaso no ganamos, vamos a iniciar otra vez el proceso. Creemos que debemos ganar en el Supremo, porque no entendemos que un problema de forma rompa un fondo que es impresionante, ya que está unificando la profesión de la economía en España a nivel de colegios. Hablamos de unos 80.000 compañeros en toda España. Con esto sólo consiguen retrasar un año y pico el proceso, pero no van a lograr nada más.
¿Hay mucho paro entre los titulares mercantiles?
Bastante. Al nivel de la economía valenciana, estaremos en el 20 por ciento, aproximadamente. Aunque mucho compañero que estaba trabajando en empresa, al quedarse sin trabajo, está montando despacho.