Grupo TCB ha cerrado una alianza con Mitsubishi Corporation para explorar nuevos proyectos en Asia y Africa, un pacto estratégico con el que TCB quiere aumentar su diversificación geográfica aprovechando los contactos y el know-how de Mitsubishi para implantarse en los mercados que presentan más dificultad.
El primer paso de esta estrategia es la compra por parte de Mitsubishi y Kamigumi Corporation del 25 por ciento del capital social de la Terminal de Contenedores del Puerto de Valencia (TCV Stevedoring Company), de la que el otro 75 por ciento está en manos de TCB.
La venta es el resultado de la transmisión de un 16 por ciento por parte de minoritarios, mientras que TCB, que contaba con un 84 por ciento, ha reducido nueve puntos porcentuales su peso en el accionariado.
En rueda de prensa este lunes, el CEO de Grupo TCB, Xavier Soucheiron, ha explicado que la compañía está en buena posición para ejecutar nuevas terminales de contenedores en El Salvador, San Martín de Pisco (Perú) y Agadir (Marruecos), que de materializarse implicarían una inversión de alrededor de 200 millones de euros que empezarían a cuajar en 2016.
Preguntado por si Mitsubishi también irá de la mano de estos proyectos, ha señalado: "En principio no, pero no descartamos que se sume. La intención es ir siempre juntos, pero pueden haber casos que no sean de interés común y no vamos a ir forzados".
Así, con más de 200 oficinas en 90 países y una red de más de 600 compañías, el grupo Mitsubishi se convierte en un socio estratégico para TCB en proyectos internacionales: "Mitsubishi contempla ahora el negocio de las terminales de contenedores como un sector con gran potencial de crecimiento", ha destacado Soucheiron.
DIVERSIFICACION GEOGRAFICA
TCV registró en 2013 un tráfico de 700.000 TEU de carga de contenedores, un 25% más, y es un punto de enlace con España, el este Mediterráneo, Africa y las rutas interoceánicas este-oeste, a la vez que cuenta con una terminal ferroviaria con conexión con Madrid, Zaragoza y otras terminales de España.
Actualmente, este grupo dedicado al diseño y gestión de las terminales portuarias opera 11 terminales marítimas de contenedores, entre las que están Barcelona, Canarias (La Palma y Tenerife), Valencia, Gijón, Paranaguá (Brasil), La Habana (Cuba), Progreso (México), Buenaventura (Colombia), Bahía de Nemrut (Turquía), y está en fase de desarrollo Puerto Quetzal (Guatemala).
También dispone de dos filiales de servicios intermodales, como TCB Railway Transport y TCV Railway Transport, y cinco terminales ferroviarias en Barcelona, Valencia, Gijón, Zaragoza y Valladolid.
"Sin esta diversificación geográfica lo hubiéramos pasado muy mal", ha sostenido Soucheiron en relación al impacto de la crisis, y ha destacado que el grupo prevé este año superar los cuatro millones de TEU movidos frente a los 3,7 millones de 2013.
300 millones de inversión
El grupo, que el año pasado facturó más de 400 millones de euros, ha invertido la misma cifra en los últimos cinco años, y las previsiones para los próximos dos es una inversión de 300 millones, de los que el grueso se destinará a Puerto Quetzal y Buenaventura --a finales de este año pasará de una capacidad de 338.000 TEU a 610.000 tras una inversión total superior a los 298 millones--, y unos 40 millones se dedicarán a modernizar las terminales españolas: "Estamos apretando el acelerador".
En concreto, Puerto Quetzal se estructura en dos fases -en la primera se invertirán 121 millones y en la segunda 182-, con el objetivo de alcanzar una capacidad de 700.000 TEU anuales, y la infraestructura iniciará operaciones a finales de 2015.
La compañía catalana tiene como principal accionista al grupo marítimo español Pérez y Cía, con el 40% del capital, mientras que los fondos internacionales de infraestructuras Queensland Investment Corporation y el holding portugués Finpro suman otro 37 por ciento, el fondo Belamy, con sede en los Países Bajos, cuenta con un 17 por ciento y el resto está en manos de directivos.