
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha admitido a trámite otra querella contra el ex consejero delegado de Banco de Valencia Domingo Parra y el auditor de Deloitte Miguel Monferrer, presentada por ocho fundadores de Nordkapp Inversiones Sociedad de Valores.
Acusan a Parra de estafa, falsedad documental -con el auditor como cooperador necesario- y administración desleal, en relación con la operación de compra de Nordkapp por parte de Banco de Valencia.
Los querellantes fundaron Nordkapp en 2002 con el banco como socio, al que dieron una opción de compra ejecutable en 2010. En julio de ese año, la entidad ejecutó la opción sobre el 56,7 por ciento de la sociedad y pagó 9,7 millones de euros con acciones de Banco de Valencia, ya que el contrato permitía la permuta.
Su precio en bolsa era entonces de 3,66 euros por acción y llegó a subir en los meses siguientes, pero en 2011 empezó a caer y se desplomó cuando el banco fue intervenido, en noviembre de 2011, hasta no valer nada.
Quienes más perdieron fueron Enrique Lucas Romaní -2,5 millones-, su hermano Alberto -0,4 millones- y Pedro Taberna -0,82 millones-, y el resto son Francisco Javier Varea, Rafael Fraguas, Alfredo Ferré, María Ángeles Medina y Pedro Alonso Stuyk.
Todos ellos aseguran en la querella que no vendieron en bolsa cuando las acciones subieron porque Parra y el presidente del banco -José Luis Olivas- alardeaban de tener un ratio de solvencia del 11,3 por ciento y su cotización siempre era mejor que la del Ibex 35 o el sector bancario.
Con datos de otras investigaciones, los querellantes aseguran que Parra, que tenía amplios poderes desde 2003, conocía el estado real del banco cuando hizo la permuta. La querella no se dirige contra Olivas u otros miembros del consejo de administración porque consideran que Parra actuó al margen de ellos, gracias a los poderes que tenía.
El juez, previo informe del fiscal, aprecia indicios de delito y admite la querella, que se incorpora a una pieza de la instrucción sobre el Banco de Valencia que investiga, entre otras operaciones, la compra de Nordkapp. Esta pieza corresponde a la primera causa abierta, motivada por una querella de la asociación de accionistas minoritarios Apabankval en febrero de 2012.
Banco de Valencia, bajo administración del Frob, vendió el 98,7 por ciento de Nordkapp a Banco de Madrid en octubre de 2012, por solo 6,7 millones, un tercio de la cantidad en que se había valorado la sociedad solo dos años antes.