
El grupo Keraben, uno de los más importantes de la industria azulejera española, ha vendido su filial de fritas, Kerafrit, a un inversor de origen argelino.
La compra se ha realizado a través de la compañía Sitifis Inversiones, anteriormente denominada Abdelhafid Inversiones, administrada por Haddad Abdelhafid, según datos del Registro Mercantil.
La compra ha sido confirmada por fuentes empresariales de Castellón, aunque elEconomista no ha podido recabar datos del comprador ni del vendedor por encontrarse los directivos de vacaciones.
Kerafrit fabrica fritas, esmaltes y colores para la industria cerámica. Tiene una plantilla de 60 personas y en 2011 facturó 15 millones de euros, con un resultado negativo de 56.000 euros. Ubicada en Nules (Castellón), era una de las filiales del Grupo Keraben, propiedad de la familia Benavent.
El grupo está formado por varias empresas cerámicas y una de baño, Construplas, que comercializa sus productos con la marca Acquabella. Su plantilla ronda las 500 personas.
Movimientos en el sector
La venta de Kerafrit es una más en el sector de las fritas y esmaltes, que ha soportado la crisis mejor que sus clientes españoles gracias a la internacionalización y a la incorporación de la tecnología de impresión digital, que la ha situado a la vanguardia mundial.
Casi al mismo tiempo que Keraben cerraba la venta, la gestora de fondos de capital riesgo Nazca Capital anunciaba la compra de una de las históricas del sector, Fritta, valorada en 45 millones de euros. En enero de 2012, el grupo estadounidense EFI compró Cretaprint por un precio variable que podía alcanzar los 40 millones.