
Isabel Cosme, economista, trabajó ocho años en departamento de Análisis Financiero de IBM, hasta que en 1994 asumió la gerencia de las tiendas y taller de alta costura de la firma Presen Rodríguez -su madre- y del Centro Especial de Empleo donde confecciona su propia marca. Desde 2007 preside Cecoval, la asociación más representativa del comercio valenciano.
¿Se nota un aumento del consumo?
Se espera más de lo que se nota. Ha sido un año muy difícil y sigue habiendo un consumo tan meditado, que cuesta mucho vender. Pero sí que notamos una tendencia a mejorar y estamos muy esperanzados en cambiar el ciclo.
¿Han aumentado las contrataciones para la campaña navideña?
Estamos hablando de microempresas con dos, uno o ningún trabajador, y normalmente se cubre con el esfuerzo personal de los propietarios, que no descansan en el mes o mes y medio que dura la campaña. Se contratará algo para fines de semana, pero los costes no están para aumentarlos sin saber adónde vamos. Si sale bien, sí se contratará, y será empleo de nueva creación.
Se va a cumplir un año de la declaración de buena parte de Valencia como de gran afluencia turística y la consiguiente libertad de horarios. ¿Cuál es el balance?
Cada uno tiene sus cifras, pero nosotros siempre miramos la afiliación a la Seguridad Social, no la EPA, y las cifras son negativas. Siempre hemos dicho que era un traslado de un formato comercial a otro y que no iba a generar más consumo.
Pero dijeron que en el centro estaban a favor de abrir.
Dijimos que esto es un experimento, pero que hacerlo con nuestras empresas es un experimento muy duro, porque si nos sale mal, hemos destruido la vida comercial en muchas zonas. Entonces, hagamos el experimento en el centro. Pero no se hizo así, se ha liberalizado prácticamente toda la ciudad de Valencia y no hay público para tanto. Además, eso debe ir acompañado de otras medidas que dinamicen la actividad cada domingo, no puede basarse todo en 'abrimos más horas'. Dicen que son zonas de gran afluencia turística, pero la gente que ves paseando el domingo es la de aquí.
¿Qué debería haberse hecho?
Pues una gran promoción. La Comunidad de Madrid lo hizo de una forma gradual, primero los primeros domingos de mes, luego el centro, y ahora es todo. Y el Ayuntamiento de Madrid se preocupó de que toda España lo supiera y de tener una oferta que es un polo de atracción de turismo de fin de semana nacional importantísimo. Se tenía que haber hecho algo de eso, pero aquí hasta la pista de patinaje que hemos puesto (en la plaza del Ayuntamiento de Valencia) la tenemos que pagar los comerciantes. La iluminación de Navidad, lo mismo. No nos hemos puesto las pilas para hacer de la ciudad un atractivo comercial y turístico.
¿Qué opina de la liberalización por municipios anunciada por el Gobierno valenciano?
Lo que se anunció era hacer toda la Comunidad zona de gran afluencia turística, con lo que si el municipio lo solicita, sería automático. No es positivo, porque dejamos en manos de la autoridad municipal el poder de liberalizar el comercio, cuando el impacto que tiene en su entorno va más allá de su municipio. El Gobierno valenciano debe mantener ese equilibrio. Igual que para aprobar un centro comercial está la Conselleria porque tiene un impacto supramunicipal, aquí no puede hacer una dejación de funciones y que decida cada alcalde. Es una medida precipitada y creo que lo que se pretende es liberalizar y punto.
Algunas grandes empresas han adaptado sus convenios colectivos para que abrir en domingo no les suponga mayor coste. ¿Por qué no hacen lo mismo?
Es que no existe un convenio colectivo del pequeño comercio. Nos regimos por convenios sectoriales, textil, metal, mueble..., con condiciones diferentes. Tenemos pactado un tope de festivos por empleado, pero luego, lo normal es que nos cueste un 50 por ciento más cada festivo que se trabaja, aunque cada convenio es distinto. Esto nos deja en absoluta desventaja.
¿Y por qué no lo cambian?
En el textil hemos intentado este año flexibilizar el tema de los festivos, pero es muy difícil, los sindicatos se cierran en banda y no habríamos firmado el convenio. Hay unos derechos adquiridos de los trabajadores y hemos cambiado las reglas de juego, pero no se puede cambiar de la noche a la mañana.