
La dirección del grupo de porcelanas Lladró prepara un ajuste laboral después de que, como adelantó elEconomista el pasado 4 de septiembre, la Inspección de Trabajo haya vetado la continuación del plan de fijos discontinuos que se venía aplicando desde finales de 2009 a medio millar de trabajadores.
El plan convertía en fijos discontinuos a casi 500 empleados, con un tiempo de inactividad de 100 días para cada uno de ellos, y se había prorrogado hasta el final de 2014.
Sin embargo, Trabajo comunicó en julio que ya no se cumplían la condiciones para tener fijos discontinuos y avanzó un año la finalización del plan, que acabará el próximo 31 de diciembre.
La dirección de Lladró anunció el jueves a los representantes de los trabajadores que en 2104 tendrá que "ajustar la producción a las necesidades de la empresa", según fuentes sindicales y de la propia compañía, que en septiembre ya admitió que si no se recuperaban las ventas tendría que tomar medidas que sustituyesen el plan de fijos discontinuos.
Los planes concretos se presentarán a fin de este mes y en ningún caso implicarán despidos, según Lladró. Fuentes sindicales apuntan a cuatro alternativas, entre ellas la rebaja de un 25 por ciento en la jornada y el salario. Otra es un ERE temporal, más gravoso para la empresa que el anterior, al tener que pagar cotizaciones sociales.
Juan Lladró se jubila otra vez
El problema laboral coincide con la retirada del hasta ahora administrador único de Sodigei, matriz del grupo Lladró, que es Juan, el mayor de los tres hermanos fundadores. Juan Lladró, de 87 años, se retiró en 2002, pero volvió a tomar el mando en 2007, cuando la familia repartió los negocios.
Ahora, Sodigei ha convocado junta de accionistas para constituir un consejo de administración en el que no estará el patriarca. La gestión diaria ya estaba en manos de dos de sus hijas, Rosa y Ángeles, y de su yerno.