
La Inspección de Trabajo ha vetado, a partir de 2014, el plan de fijos discontinuos que el grupo de porcelanas Lladró venía aplicando desde finales de 2009 a medio millar de empleados.
El plan inicial sustituyó a un ERE temporal y propició que 600 trabajadores se convirtieran en fijos discontinuos con un tiempo de inactividad de seis meses al año, para propiciar que Lladró redujese el stock.
El plan debía acabar en diciembre de 2012, pero dos meses antes la empresa y los trabajadores pactaron porrogarlo dos años, hasta final de 2014. En la prórroga se redujo el número de afectados a 500, tras las prejubilaciones del trienio anterior, y el tiempo de inactividad a 100 días al año por trabajador.
Ahora, Trabajo dice que Lladró no cumple los requisitos para tener fijos discontinuos. La empresa valenciana ha confirmado a elEconomista que la autoridad laboral permite que se aplique el plan hasta final de 2013, pero no en 2014.
"Era un acuerdo abierto a revisión", afirmaron fuentes de Lladró, que no entraron en los motivos que ha esgrimido la Inspección. La dirección estudia ya qué hacer el año que viene si no recupera las ventas.
Los posibles motivos
Fuentes sindicales apuntan que la decisión de Trabajo puede deberse a que con fijos discontinuos la empresa no cotiza por ellos cuando paran y con un ERE temporal seguiría cotizando.
Lladró facturó 48,3 millones de euros en 2012, un 7,5 por ciento más que en 2011, y ganó 4,26 millones, frente a pérdidas de 6,7 millones, resultados que también pueden haber influido en la decisión de la Inspección.