Feria Valencia alega que es una entidad privada para rechazar que la Generalitat, a través de la Sindicatura de Comptes, audite sus cuentas, pero eso no le impide pedir más ayudas públicas.
Según confirmó ayer la Consejería de Hacienda, el presidente ejecutivo de la institución, Alberto Catalá, ha solicitado a la Generalitat un aval de ?unos 3 millones de euros? para obtener una línea de crédito del BBVA con el que afrontar los gastos de los próximos meses, ya que se ha quedado sin liquidez.
De hecho, los trabajadores cobraron solo el 75 por ciento de la nómina de junio, quedando prendiente el resto para pagarse junto a la de julio si se obtenía el crédito. Los problemas de tesorería de Feria Valencia no eran conocidos puertas afuera porque la institución se niega a hacer publicas sus cuentas.
Las mismas fuentes explicaron que Alberto Catalá y el director general, Enrique Soto, pidieron el aval hace 10 días, y que está en estudio.
El problema es que la deuda de Feria Valencia computa como deuda pública desde que, hace varios años, la Generalitat se hizo cargo de los casi 600 millones de pasivo que tiene la institución. Así, el aval computaría como deuda pública, aunque tampoco se apreciaría en el total de la deuda de la Comunidad, que asciende a 29.037 millones.
Otras fuentes de la Generalitat apuntan que se está buscando "una solución global" para la institución, que recientemente anunció que organizaría varios certámenes propios en otras ciudades.
No enseña sus cuentas
