
El expresidente de la Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y exsubgobernador del Banco de España Francisco Javier Aríztegui dijo este lunes que "cualquier manipulación política es imposible en el Banco de España porque hay 40 o 50 personas, funcionarios, implicados en esas decisiones", en referencia a las que se tomaron en relación con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
Aríztegui hizo estas declaraciones en su comparecencia en la comisión de investigación de la CAM que se desarrolla en las Cortes Valencianas.
El exsubgobernador se defendió así de las críticas de Mireia Mollà, diputada de Compromís, por una posible interés político en la intervención de la caja. "Son fantasías y leyendas urbanas, no es posible en el sistema de decisiones del Banco de España", añadió.
Aríztegui explicó el proceso que llevó a la intervención y venta de la CAM, en parecidos términos a los empleados por el exgobernador del banco supervisor Miguel Ángel Fernández Ordóñez en su comparecencia ante las Cortes el pasado 10 de junio.
Como novedad, añadió su "agradecimiento" a los exconsejeros de Economía de la Generalitat Gerardo Camps y Enrique Verdeguer y el actual consejero, Máximo Buch, por "el apoyo que en todo momento prestaron para llevar a cabo el saneamiento de CAM". A preguntas de los diputados, reiteró el agradecimiento y lo justificó porque "eran interlocutores válidos" y llegó "a acuerdos" con ellos para "evitar momentos verdaderamente dramáticos".
Se negó, pesar de la insistiencia de los diputado, a revelar el contenido de las conversaciones que tuvo con los consejeros y los acuerdos que tuvo con ellos. "En ocasiones fueron en mi despacho y en ocasiones por teléfono", aclaró.
Al igual que Fernández Ordóñez, Aríztegui reconoció que el Banco de España "a finales de 2009 ya sabía que tenía un problema con la CAM, pero la CAM podía arreglarlo". Añadió que el supervisor instó a los gestores de la caja a integrarse en un SIP -las conocidas como fusiones frías- y que "la gerencia, el consejo no fue suficientemente proactivo". En otras palabras, "arrastró los pies en los procesos", señaló.
Tras ello, relató como "el SIP en el que estaba metido -Banco Base- no llegó a nacer" y que la caja planteó al Banco de España que quería seguir sola. El supervisor le exigió un plan que le permitiera seguir sola con los 1.800 millones de euros que necesitaba. El plan que presentó en julio de 2011 fue rechazado por el Banco de España, tras lo cual la entidad pidió la intervención.
Las comparecencias en la comisión de investigación sobre la CAM, cuya creación aprobaron las Corts por unanimidad en octubre de 2011, comenzaron en mayo de 2012 y, desde entonces, han pasado por este órgano alrededor de un centenar de personas.