
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de la Generalitat valenciana contra los permisos otorgados por el Ministerio de Industria a la empresa Cairn Energy para realizar prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia porque, según dice en la sentencia, el escrito del Ejecutivo autonómico carece "del rigor técnico exigible".
Según el fallo del Alto Tribunal, "en la mayor parte de los casos las alegaciones son consideraciones sobre la inconveniencia de las perforaciones petroleras futuras, su potenciales perjuicios y efectos nocivos en un amplio elenco de bienes e intereses, pero sin siquiera mención alguna de textos legales".
Añade la sentencia que "en otros fundamentos, en los que sí se mencionan textos legales", pero "se invocan de forma genérica sin precisar preceptos concretos o en qué exactamente consiste la vulneración".
Por ello, concluyen los cinco magistrados, "el recurso carece así del rigor técnico exigible a un recurso contencioso administrativo formulado ante esta Sala y debe en consecuencia sólo por ello ser desestimado".
No obstante, el Supremo opta por extenderse sobre el fondo del asunto y reproduce extractos de tres sentencias recientes en las que desestimó sendos recursos de los ayuntamientos de Valencia, Gandia y Cullera sobre estos mismos permisos otorgados a Cairn.
Cairn renunció a la zona más próxima
La empresa autorizada para realizar las prospecciones en el Golfo de Valencia es la escocesa Cairn Energy, que en febrero de 2012 presentó en el Ministerio los documentos técnico y medioambiental para iniciar las prospecciones con la denominada adquisición sísmica 3D, un sistema de generación artificial y registro de datos sísmicos que detecta y describe zonas del subsuelo marino susceptibles de almacenar hidrocarburos.
Como adelantó elEconomista, la compañía renunció voluntariamente a la zona A, la más próxima a la costa, en esta fase de prospecciones, ya que, según dijo la empresa "las áreas prospectivas de mayor interés están en los bloques B, G, AM1 y AM2" (ver MAPA).
Estas cuatro zonas tienen como puntos más cercanos a tierra a las Islas Columbretes -reserva natural no habitada- a 19 kilómetros; Dénia (Alicante) a 26, y la isla de Ibiza a 42 kilómetros.
El grupo, que opera en España a través de la filial Capricorn Spain Limited (CSL), inició sus actividades en el Mediterráneo en 2008 y obtuvo los permisos en 2010. En concreto, cinco permisos de investigación de hidrocarburos denominados Albufera, Benifaió, Gandia, Alta Mar 1 y Alta Mar 2 (A, B, G, AM-1 y AM-2), que suman un total de 396.900 hectáreas de superficie en el mar con profundidades que oscilan entre los 50 y los 2.000 metros.
Según la compañía escocesa, además del potencial que ofrece la zona, tuvo en cuenta que "los términos fiscales favorables y la diversificación energética como parte de la política económica hacen de España un país atractivo para el desarrollo de éstas actividades".
El plan de trabajo a seis años incluye dos años de recopilación de bases de datos y digitalización, estudios geológicos y geofísicos y preparación del estudio medioambiental, trabajos ya concluidos o muy avanzados; otros dos años de adquisición sísmica 3D, que se iniciará a finales de 2012, y dos más de sondeos exploratorios.