Comunidad Valenciana

Reestructuración de deuda, ¿cómo y cuándo?

Hace poco menos de un mes supimos que la banca española tiene en sus balances créditos refinanciados por importe de 156.000 millones de euros, de los cuales 62.000 millones están clasificados al corriente de pago.

Esta posible necesidad de provisiones adicionales junto con el proceso de desapalancamiento de las entidades financieras me hace pensar que el crédito, a pesar de algunos tímidos intentos, no empezará a fluir hasta bien entrado 2015. Mientras tanto, la estrategia más inteligente es seguir buscando fuentes de financiación alternativas a la bancaria, y para los casos en los que la deuda se nos haya atragantado plantear un proceso de refinanciación con nuestros proveedores financieros.

Una reestructuración financiera va más allá de una mera renegociación de plazos o condiciones. Se trata de un proceso con una metodología definida que pasa por cuatro fases: Análisis del proyecto y riesgos asociados, la definición del modelo financiero, la determinación de la estructura financiera y la obtención de fondos.

La primera, el análisis del proyecto y de sus riesgos asociados, supone comprender los principales riesgos y debilidades de la refinanciación con la finalidad de intentar mitigarlos al máximo. La definición de un modelo financiero sólido, creíble y realista es fundamental. Las bases del modelo son las inversiones/desinversiones, los costes de explotación, las proyecciones de ingresos y las condiciones preliminares de la refinanciación. Una vez definido, deberá demostrar que la compañía es capaz de generar caja suficiente para atender el nuevo esquema de deuda. El principal cometido del modelo financiero es el desarrollo y la optimización de la estructura financiera asociada a la presentación de la solicitud de refinanciación y servirá como herramienta para la negociación con las entidades financieras y demás partes involucradas en el proceso.

Para determinar la estructura financiera es necesario identificar las fuentes de financiación que mejor se ajusten a la generación de los flujos de caja del proyecto y a los perfiles de riesgo y rentabilidad previamente analizados. Por último, la obtención de fondos buscará, principalmente, cerrar los contratos financieros.

En el contexto económico actual, plantear una refinanciación de deuda cuando vemos que se atisban los problemas y sin esperar a al último minuto puede evitar una situación concursal irreversible. Pero además no debemos ignorar la importancia estratégica que tiene la relación con las distintas entidades financieras, debemos perseguir la creación de una relación duradera con los distintos financiadores, defendiendo nuestros intereses pero sin enrocarnos en supuestas posiciones de fuerza, recordemos que gran parte de la deuda ya está provisionada.

Francisco Duato es socio de ONEtoONE Corporate Finance

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