
El Grupo Industrial Pamesa superó el año pasado sus propias previsiones de ventas anunciadas en julio por su presidente, Fernando Roig, al alcanzar una facturación de 279 millones de euros, un 19,7 por ciento más que en 2011, año en el que el crecimiento ya había sido del 22,4 por ciento.
La previsión de Roig, que afirmó que para Pamesa se había acabado la crisis, era terminar 2012 con 263 millones de facturación.
La clave de la buena evolución de la compañía azulejera son las exportaciones, que representan ya el 80 por ciento de sus ventas -en 2007 era el 44 por ciento-, tras crecer un 37 por ciento el año pasado. Las ventas en España se mantuvieron, y la empresa de Vila-real (Castellón) espera que aumenten un 2 por ciento en 2013, según explicó a elEconomista el director general de Pamesa, Jorge Bauset.
El grupo vende en todo el mundo y tiene entre sus principales destinos Francia, Arabia Saudí y Argelia, además de Brasil, donde Roig tiene una fábrica de azulejos con un socio local, aunque no consolida sus cuentas con Pamesa.
La compañía, que acudió a la feria Cevisama con un stand de 600 metros cuadrados, se ha marcado como objetivo para 2013 crecer un 20 por ciento, un objetivo "prudente", según Bauset, ya que el aumento de las ventas en enero ya fue del 25 por ciento.
El Grupo Pamesa amplió su capacidad industrial el año pasado con un nuevo horno -ya tiene 15- e incrementó la plantilla un 5 por ciento, con lo que ya cuenta con más de 800 empleados.