Comunidad Valenciana

Cómo fusionarse y no morir en el intento

En el contexto actual muchos empresarios buscan soluciones para adaptar su organización al nuevo reto que les desafía: crear valor en un contexto adverso.

Una solución pasa por ganar tamaño, por buscar sinergias. España es el país de la Unión Europea con mayor número de pymes lo que inevitablemente, tarde o temprano, provocará que determinados sectores se concentren como fórmula para mejorar su competitividad.

El éxito último de una fusión depende de la capacidad de adaptación de las empresas participantes a la nueva organización resultante, y debe hacerse de forma eficaz. Cada departamento deberá reestructurarse e integrar su estrategia en la estrategia global de la empresa buscando sinergias, es inmediatamente después de una fusión cuando los ahorros potenciales son mayores y más fácilmente alcanzables.

Después de una fusión la situación de mercado cambia, las empresas ya no tienen que competir entre ellas, sino optimizar sus procesos internos de aprovisionamiento, diseño, producción, gestión logística, I+D y venta de sus productos o servicios. Las características de las empresas que se integran, el sector en el que operan, la situación económica del país y muchos otros elementos aportan peculiaridades que hacen que en general las fusiones sean eventos únicos e irrepetibles. Como en otros casos no hay recetas mágicas que garanticen el éxito de una fusión, pero nuestra experiencia nos aporta algunas claves.

Es muy importante que los objetivos y metas a alcanzar estén claros desde el comienzo de la operación. Temas como: para qué nos fusionamos, qué sinergias buscamos, cuánto tardaremos en conseguirlas, cómo nos vamos a organizar, etc, deben estar claramente definidos. Los empresarios deben compartir una misma visión que a su vez debe orientar todas las decisiones.

Es fundamental tomar pronto las decisiones, en especial las 'dolorosas', y monitorizar continuamente su adecuada y oportuna implementación. Los ajustes de estructura son inevitables y deben ser hechos con gran consideración hacia las personas involucradas, pero con prontitud para evitar incertidumbre. Una fusión obliga a muchas decisiones en poco tiempo y, al mismo tiempo, a mantener la dinámica comercial y el manejo adecuado del día a día. Es crucial que toda la organización sea consciente del objetivo y que esté motivada para conseguirlo.

La comunicación es un factor clave en estos procesos, es muy importante mantener la máxima confidencialidad en la fase de negociación previa entre los protagonistas, y mantener altos niveles de información en la fase post-fusión, tanto hacia el interior como hacia el exterior de la organización, para evitar incertidumbres.

La implementación y el seguimiento definen el éxito, toda la lógica y la planificación de una fusión sirve de poco si no hay una adecuada implementación y seguimiento de las decisiones tomadas. Tener instancias formales de revisión, calendarios precisos o evaluaciones continuas de los avances es en ocasiones más importante que la determinación de las mejores estrategias de integración.

Las fusiones vuelcan a las organizaciones hacia dentro con el riesgo de perder el enfoque en los clientes, afectando al crecimiento y a la rentabilidad a medio plazo. Es básico cuidar a los clientes y minimizar el impacto que la fusión pueda causar en ellos.

Desde una perspectiva de medio plazo, es muy importante enfrentarse específicamente a los problemas del equipo y a la integración de las culturas de las entidades que se fusionan. Esta es una de las fases que más se demoran en las fusiones y la prueba última de su éxito. En conclusión, los factores de liderazgo, organizativos e interpersonales son las claves del éxito de toda fusión.

Francisco Duato es socio de ONEtoONE Corporate Finance

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