
Aguas de Barcelona (Agbar) pidió este jueves públicamente que no se adjudique a Aguas de Valencia (Avsa) el contrato de suministro del área metropolitana de Valencia, con un presupuesto de 2.500 millones de euros durante 50 años.
La empresa catalana controlada por el grupo francés Suez hizo así pública una batalla que ambas compañías mantenían en los despachos desde que el pasado mayo el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano anuló la adjudicación de este mismo concurso a Avsa aprobada en 2008.
Agbar recurrió esa adjudicación y el TSJ le dio la razón porque se basó en un informe realizado por una empresa dedicada a la televisión digital. Agbar alegó también que Avsa no cumplía el pliego por no incluir la inversión inicial requerida, pero el TSJ no entró a valorar este aspecto al admitir el anterior.
Tras la anulación, la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), controlada por el Partido Popular, decidió reiniciar el proceso desde el momento previo a la adjudicación, con las dos ofertas presentadas, la de Avsa y la de la unión temporal de Agbar y Rover-Alcisa.
El organismo metropolitano tiene previsto adjudicarlo este viernes a Avsa con una valoración técnica propia.
Amenaza con otro recurso
Junto al comunicado, Agbar hizo público un informe de Uría y Menéndez que considera que la oferta de Avsa debe ser rechazada por incumplir el pliego, ya que este exigía una inversión inicial de 70 millones de euros y Avsa ofrece 63. El informe dice que adjudicarlo a la empresa valenciana supondría una "nueva y manifiesta arbitrariedad" contra la que cabría otro recurso.
La pugna entre ambas empresas se produce en un momento en el que Suez ha retomado su interés por hacerse con el control de Avsa -tiene el 33 por ciento-, ante el deseo del Frob de que el Banco de Valencia venda el 30 por ciento que posee indirectamente. Otro 30 por ciento está en manos de Fomento Urbano de Castellón, socio del Banco de Valencia.