
La tienda que Bodega Finca San Blas acaba de instalar en el centro de Valencia es solo fachada. No tiene puertas y las únicas botellas que se pueden tocar son fotografías.
Es una tienda QR, una innovadora forma de vender en la que los potenciales clientes son todos los transeúntes con teléfono capaz de leer un código quick response (QR), ese cuadrado blanquinegro cada vez más presente en el marketing. La tienda consiste en unos paneles ilustrados con las botellas de la bodega, su precio y el código QR.
Fue el gerente de la bodega, Antonio Zahonero, quien decidió probar esta fórmula de comercialización después de verla en Japón y en el metro de Seúl, donde los coreanos encargaban la compra con sus teléfonos móviles apuntando a unos paneles de vinilo de la cadena de supermercados Tesco que mostraban todos sus productos y precios.
Según Zahonero, "el funcionamiento es muy sencillo, se elige producto, se pone el móvil frente al código QR y en la pantalla se abre la plataforma Move, en la que solo hay que poner el número de botellas y la dirección de envío". Y pagar.
El encargo se envía en menos de 24 horas a cualquier punto de España desde la bodega, ubicada en Requena (Valencia). El reparto lo hace la empresa de transportes Nacex, con un coste máximo de 8 euros por envío, ya que la bodega cubre el coste que supere esa cantidad.
El responsable de la bodega destaca, entre las ventajas de este sistema, que facilita el acceso a la compra, ya que no es necesario entrar en ningún portal ni navegar por la red. "Y no hay que cargar con las botellas", añade. Además, una vez se tiene en casa el producto, se puede repetir el proceso desde casa, sin necesidad de ir a la tienda, ya que la etiqueta de las botellas incorpora el código QR.
La plataforma tecnológica de esta bodega virtual ha sido desarrollada por la empresa catalana Mobile Vending (Move). En ella se gestionan los pedidos, los pagos y las órdenes a la empresa de transportes para que recoja los paquetes y los distribuya. Se puede encargar vino para cualquier parte del mundo y en el caso de Japón, es servido desde allí, ya que la bodega tiene un almacenista en el país.
Zahonero no se atreve a pronosticar cuántas botellas va a vender, pero sí asegura que la tienda QR tendrá "una repercusión a nivel de imagen", por su carácter pionero y porque está situada en la calle de la Paz, junto a las tiendas más caras de Valencia.
"Nos permitirá acercar nuestros vinos a los clientes durante las 24 horas del día, consiguiendo que el producto llegue al consumidor al día siguiente, lo que supone una experiencia de compra diferenciada y con un importante valor añadido", asegura el responsable de la idea.
Innovación de una pyme familiar
Bodega Finca San Blas es una pequeña empresa familiar que dispone de 585 hectáreas de terreno en Requena (Valencia), la mayoría bosque, con 83 de viñedos.
Tiene una producción vinícola limitada, entre 50.000 y 60.000 botellas al año, con un catálogo de cuatro tintos y un blanco de gama alta y "buena relación calidad-precio", según Zahonero.
El 60 por ciento de su producción se exporta, principalmente a Japón, Estados Unidos, Rusia, Bélgica, Suiza y Alemania y Reino Unido.