
Marcos Lacruz (Valencia, 1976) ha asumido este julio la presidencia de la Asociación Valenciana del Sector de la Energía (Avaesen), que defiende los intereses de 160 empresas valencianas del sector de la energía, la mayoría pymes. Llega al cargo en un momento de gran preocupación por la posible creación de una tasa para las energías renovables.
Ustedes han advertido de que una tasa sobre renovables perjudicaría a la banca, a la que deben 3.500 millones. ¿Creen que así les harán más caso?
No damos ese dato para que nos hagan más caso. Ponemos sobre aviso que el problema que está teniendo la banca por su propia actividad y por el tema de la construcción, puede ser aquí parecido o incluso mayor, porque los préstamos podrían no llegar a devolverse si nos aplican esta tasa.
¿Qué tipo de garantías tienen estos préstamos?
Hay de todo tipo, porque en energía solar fotovoltaica no siempre han sido grandes empresas con capacidad para hacer un project finance, sino que hay pequeños inversores que incluso han avalado con su patrimonio personal las instalaciones. Causaría dramas personales.
¿Cómo les afectaría la nueva tasa?
Es una tasa muy perjudicial porque va directamente contra la línea de facturación, sería la primera línea de los devengos que tendría que hacer una compañía, independientemente de lo que venga después de operaciones de mantenimiento, seguros, etc. Las cifras que se están apuntando, hasta el 19 por ciento de la facturación, añadido a otros reales decretos que ya habían sido restrictivos, concretamente contra la tecnología fotovoltaica, hacen que las empresas entren en pérdidas automáticamente. Eso en cuanto a la fotovoltaica, si bien es cierto que la eólica también soportaría una tasa que calculamos en el 11 por ciento de su facturación, que también sería muy perjudicial porque ellos en diferentes comunidades autónomas también están pagando cánones específicos a la generación eólica que impusieron las autonomías.
¿Se plantean acudir a los tribunales si se impone?
Sí. Entendemos que es recurrible porque una tasa grava por un acto administrativo. Esto quiere decir que las Administraciones públicas crean tasas cuando un funcionario ha incurrido en unas horas o en unos costes para analizar un producto. Estando los productos en funcionamiento y, en principio, sin ser objeto de ningún análisis ni modificación, cobrar una tasa carecería de justificación. Otra cosa es que fuera un impuesto y que por política tengan miedo a ponerle el nombre a las cosas. Entenderíamos entonces que sería injusto no solo por desproporcionado, sino porque gravar un bien que es exactamente igual, como son los kilovatios, con diferentes impuestos en función del tipo de generación distorsiona la ley de mercado. Ya sería grave que lo pusieran para todas igual, pero que encima discriminen un mismo bien en función de cómo y quien lo genera sería un despropósito jurídico.
Sin contar con esa tasa, ¿en qué situación se encuentra el sector en la Comunidad Valenciana?
Bastante tocado, luchando por salir al exterior, porque hay una moratoria en cuanto a la publicación de tarifas en el régimen especial, lo cual detiene de facto las instalaciones que quieren acogerse a la tarifa, fundamentalmente la fotovoltaica que no sea de gran potencia. El desarrollo de proyectos futuros está detenido a la espera de que se levante esa moratoria o nos den un plan sobre los desarrollos futuros detenidos. Y los presentes, pues están conteniendo costes y luchando para levantar la restricción horaria que impuso el Gobierno en el anterior real decreto, que dice que en función de la zona donde estés tienes un máximo de producción.
¿Alguna noticia sobre el reglamento de autoconsumo?
Estamos intentando que salga lo antes posible ese real decreto, porque eso dará vida a la fotovoltaica. Es un real decreto que entendemos de justicia, no entiendo por qué está tan paralizado. Simplemente tiene que regular que una persona o una empresa pueda nutrirse de la energía que está generando y que está volcando en la red, y que eso no se pierda. Es que es tan de sentido común que no entendemos por qué aún no se ha desarrollado.
Se anunciaba para abril, luego mayo... Estamos casi en agosto.
Las últimas noticias es que esto debería estar aprobado en septiembre sí o sí, porque varias autonomías están haciendo presión al Ministerio. Esto es la evolución del sector fotovoltaico. Sin esto no tiene actividad, y si no tiene actividad no se generan impuestos. Le interesa a todo el mundo. De hecho, me gusta decir: No sé a quién no le puede interesar.
Alguno habrá.
Me imagino que a algún generador de energía tradicional no le interesará mucho.
Muchas empresas han volcado su esfuerzo en el exterior. ¿Qué países considera más interesantes?
Consideramos que Estados Unidos hizo una apuesta muy decidida, pero va más lento de lo que pudiera parecer, aunque sigue siendo un buen país. Toda Suramérica tiene una gran voluntad por desarrollar la energía renovable en general, y estamos viendo muy buenas alternativas allí. En Marruecos, Avaesen ha liderado un consorcio con nuestros asociados que está presentando una oferta de 350 megavatios de energía fotovoltaica, y ya hemos pasado algunas fases de selección. Pero el ojo está puesto fundamentalmente en Suramérica.