
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) centra su denuncia relativa al Banco de Valencia en quien fue su consejero delegado entre 1994 y 2011, Domingo Parra, al que acusa de causar un agujero de 137 millones de euros mediante créditos y compras para lucrarse, así como en los otros presuntos beneficiarios de su actuación, la familia Calabuig Gimeno y Aurelio Izquierdo, exsocio de Parra y sucesor suyo en la dirección del banco.
Sin embargo, la denuncia del Frob ante la Audiencia Nacional no da importancia a que en una de las operaciones descritas también participó Bancaja.
Se trata de la compra de la inmobiliaria Costa Bellver en 2009, por la que los Calabuig ingresaron 96 millones más del precio teórico de la empresa, según el Frob. De ese sobrecoste, 32 millones los puso Bancaja Hábitat, filial de la caja entonces dirigida por Izquierdo.
El Frob no se pregunta quién autorizó en Bancaja Hábitat la ruinosa operación para la caja de ahorros, que ya en 2009 se apuntó unas pérdidas de 13,1 millones por esa participación, como ya contó elEconomista en octubre de 2011.
En la misma denuncia, el Frob transcribe una respuesta del entonces presidente del Banco de Valencia y de Bancaja, José Luis Olivas, en una junta de accionistas del banco, en la que a preguntas de un accionista sobre la operación Costa Bellver afirma: "Me dice el consejero delegado -que era Parra- que están valorados los activos por una tasadora oficial en 150 millones de euros". En realidad, tal tasación no existió, según el Frob.
La entidad dependiente del Banco de España afirma que Parra "nunca informó" al consejo de administración de estas operaciones y pide la imputación del exdirectivo, su esposa y los cinco hermanos Calabuig Gimeno. De José Luis Olivas y el resto de representantes de Bancaja en el banco solicita su citación como testigos.