Comunidad Valenciana

Así explica el Ivie el "déficit estrucutural insostenible" de la Comunidad Valenciana

La Comunidad Valenciana tiene un "déficit estructural insostenible", debido a que "ingresa desde hace más de 25 años mucho menos de lo que le corresponde según cualquier indicador objetivo".

Esta es una de las conclusiones de un estudio sobre financiación elaborado por el Instituto Valenciano de Investigación Económica (Ivie), que ha servido a la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) para iniciar una campaña de presión cuyo objetivo es que se cambie el modelo de financiación autonómica.

El estudio parte de unos datos que desmienten la mala fama de la Comunidad Valenciana como derrochadora de dinero público. Según el informe, entre 2002 y 2009 fue la comunidad que menos gasto por habitante tuvo, un 22 por ciento por debajo de la media. La diferencia no está en los servicios básicos, ya que el gasto de la Generalitat en educación se situó muy cerca de la media y el de sanidad fue un 5 por ciento inferior. Es en el resto de gastos donde se aprecia la diferencia, ya que están un 45 por ciento por debajo de la media.

El trabajo elaborado por Francisco Pérez, José Antonio Pérez, Vicent Cucarella y Rafael Beneyto se pregunta, a continuación, por qué la Comunidad Valenciana, siendo la que menos gasta, es la segunda más endeudada tanto en términos absolutos -20.500 millones- como en relación a su PIB -19,9 por ciento-, por detrás de Cataluña.

La respuesta es que recibe menos ingresos y debe compensar su déficit con más deuda. De hecho, alerta sobre el hecho de que la Generalitat estuvo entre 2002 y 2007 financiando un 9 por ciento de sus gastos anuales con déficit y deuda, pero entre 2008 y 2011 ese porcentaje ha subido al 21 por ciento del presupuestos de gastos.

Es más, desde 2008 los ingresos del sistema de financiación ya no cubren los gastos en educación, sanidad y protección social. "Una administración no puede financiar permanentemente una parte sustancial de sus gastos mediante deuda, como ha hecho la Generalitat, y si lo hace asume una dependencia del sistema financiero que representa una amenaza para la sostenibilidad de las políticas públicas", sostienen los expertos.

Sobre los ingresos, el estudio señala que el sistema de financiación otorgó a la Comunidad unos ingresos per cápita un 9 por ciento inferiores a la media entre 2002 y 2009, solo mejores que los de Baleares. Si se consideran la totalidad de ingresos, Valencia fue la última, un 20 por ciento por debajo de la media de ingresos del conjunto de las comunidades.

Estos porcentajes ahora serán menores, ya que en 2010 entró en vigor un nuevo sistema de financiación que reducía las diferencias, pero mantenía a la Comunidad Valenciana entre las peor financiadas. Los autores concluyen que si hubiese recibido lo mismo que la media, la Generalitat habría tenido que endeudarse en 7.781 millones menos.

Otros no se endeudan

La explicación de que la Comunidad se endeuda más no porque gaste mucho, sino porque ingresa menos que la media, choca con los datos de regiones como Madrid y Murcia, cuyo gasto per cápita es solo un poco mayor que el valenciano, con ingresos per cápita también similares, pero que están mucho menos endeudadas.

Según ha explicado Francisco Pérez a elEconomista, "estas comunidades recibieron las transferencias de Sanidad en 2001, cuando la Comunidad Valenciana ya llevaba 15 años gestionándola". El Ivie afirma que el problema no es del actual sistema de financiación, sino que viene de hace 25 años, cuando comenzaron las transferencias de Sanidad con unos criterios que luego se demostraron erróneos.

El informe rechaza que en el debate sobre el déficit y la deuda de la Comunidad se ponga el foco en un asunto "mediático", como son los grandes eventos. Según afirma, la causa más importante es la "estructural falta de ingresos", ya que "ni el peso que la deuda de las empresas públicas tiene en el total de la deuda pública valenciana ni el gasto destinado a grandes eventos y proyectos temáticos permiten explicar más del 12 por ciento del endeudamiento total". A pesar de la poca importancia que le dan los autores del estudio, ese 12 por ciento supone 2.600 millones.

"Débiles" apoyos a las empresas

El informe afirma que las diferencias de gasto entre las comunidades no están en sanidad o educación, sino en gastos menos básicos, como los recursos destinados a impulsar la competitividad del tejido productivo.

Afirma que las palancas que manejan las autonomías para fomentar el desarrollo económico son muy desiguales, y en el caso valenciano "son débiles debido a la escasez de recursos".

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