
La familia Aznar, una de las que formaban en núcleo de la burguesía local en el Banco de Valencia, ha dado una pista de lo que espera de la entidad.
Su patrimonial Unión de Valores, que en el momento de la intervención por parte del Banco de España hace dos meses y medio era el segundo accionista con el 6,17 por ciento, ha vendido desde entonces una quinta parte de su paquete, hasta quedar por debajo del 5 por ciento, según ha comunicado a la CNMV.
En la comunicación no consta el precio de venta, pero a precio de mercado los Aznar habrían ingresado unos 3 millones de euros por los casi 6 millones de acciones vendidas. Al no estar ya en el consejo, la sociedad puede seguir vendiendo sin comunicarlo a la CNMV hasta que baje del 3 por ciento.
El segundo accionista de Banco de Valencia es ahora Libertas 7 (familia Noguera), con el 5,17 por ciento, por detrás de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que posee el 39 por ciento a través de una sociedad en la que Deutsche Bank y Guggenheim tienen un 30 por ciento.
Del resto de familias accionistas, solo los Soriano (Porcelanosa) tienen más del 3 por ciento -el 3,22-, por lo que las demás pueden estar vendiendo acciones sin tener que comunicarlo a la CNMV. Los títulos cayeron un 25 por ciento en enero ante la posibilidad de que acaben perdiendo todo su valor, como ocurrió con los de la CAM.
Cuantiosas pérdidas
La familia Aznar adquirió la mayoría de sus acciones hace 20 años, tras vender la empresa textil Marie Clarie al grupo británico Hartstone.
Su paquete accionarial llego a tener un valor en bolsa de más de 200 millones en abril de 2007, mientras ahora ronda los 11 millones.
Celestino Aznar, que era uno de los dos vicepresidentes del Banco de Valencia hasta el momento de la intervención, fue uno de los que más apoyó la gestión del consejero delegado, Domingo Parra, según fuentes del consejo. Aznar pertenecía al órgano de administración del banco desde 1987, cuando estaba controlado por el Banco Central.