
No se cubrirá. Todas las alarmas se han encendido en el Gobierno valenciano ante la evidencia de que la emisión de bonos minoristas lanzada el pasado 24 de noviembre no se colocará en su totalidad.
La emisión se realizó por un importe de hasta 1.800 millones de euros, ampliable si había demanda hasta 2.607 millones. En círculos financieros se descarta que se alcance la cifra inicial y en la Generalitat se conforman con llegar a los 1.582 millones necesarios para amortizar los bonos patrióticos a 12 meses emitidos hace un año, incluidos los intereses.
Y es que, según informó la Consejería de Hacienda este viernes, entre el 24 de noviembre y el 9 de diciembre se habían vendido bonos por algo más de 650 millones -las entidades colocadoras aseguran 800-, y el plazo finaliza el viernes día 16.
Fuentes de la Generalitat aseguraron que los bonos patrióticos de 2010 se van a devolver, ya que España no puede permitirse que una comunidad autónoma haga default, y admitieron que existe un 'plan B' por si no se llegan a suscribir los casi 1.600 millones necesarios.
Según fuentes cercanas al Ejecutivo valenciano, lo que no está asegurado es el cobro de las nóminas de diciembre y la extra, que suponen un desembolso de 750 millones, y mucho menos el pago a proveedores, prácticamente suspendido hace meses en todos los ámbitos de la Administración autonómica. Los proveedores tenían la promesa de que empezarían a cobrar si los bonos patrióticos se colocaban bien.
La Generalitat no explicó qué alternativas maneja, aunque dejó ver que el Ministerio de Economía conoce la situación. En caso de necesitar ayuda del Ministerio, esta se produciría en pleno traspaso de poderes, ya que la amortización de los bonos del año pasado tiene fecha de 22 de diciembre, día de la toma de posesión de Rajoy.
La Consejería de Economía que dirige Enrique Verdeguer confía, no obstante, en que el ritmo de colocación sea mayor los próximos días y se llegue al menos a los 1.500 millones. "La experiencia de este tipo de emisiones pone de manifiesto que a lo largo de la última semana de colocación es cuando se intensifica el ritmo", explicó en un comunicado.
Los bonos a uno y dos años tienen una rentabilidad del 5 y el 5,5 por ciento, respectivamente, superior a la de los bonos emitidos recientemente por Cataluña y Murcia y a las letras del Tesoro.