El presidente valenciano, Alberto Fabra, ha anunciado este lunes que si el Gobierno central reactiva el Impuesto sobre el Patrimonio, la Generalitat mantendrá la bonificación máxima, de manera que en la Comunidad Valenciana seguirá sin pagarse.
"Vamos a seguir en nuestros principios y en dejar el dinero en manos de los ciudadanos, por lo que, si cabe bonificar al máximo ese impuesto lo vamos a hacer", ha afirmado. "Otra cosa es que nos lo impida la nueva ley", ha añadido.
La medida supondría que la Generalitat Valenciana establecería para este impuesto, en el que las comunidades autónomas tienen competencia normativa, una bonificación del 100 por cien de la cuota íntegra, es decir, que ningún valenciano tendría que pagar nada, como ocurre desde que el Gobierno de Zapatero suspendió el impuesto en 2008.
Un año antes, el Gobierno de Francisco Camps había iniciado la desaparición paulatina del Impuesto sobre el Patrimonio mediante la elevación del mínimo exento. Su propósito era ir reduciéndolo durante la legislatura hasta que en 2011 nadie lo pagara, pero la decisión del Gobierno central aceleró el proceso. La Comunidad Valenciana ingresó en el último año de aplicación de este impuesto unos 215 millones de euros.
Críticas a Zapatero
Fabra hizo estas declaraciones en Valencia antes de un almuerzo con los miembros de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE). El presidente de la Generalitat criticó no solo la posible reactivación del Impuesto sobre el Patrimonio, sino las formas. "No puede ser que un candidato le vaya dictando al Gobierno lo que tiene que hacer el Consejo de Ministros", afirmó, en referencia a la presión de Rubalcaba sobre Zapatero para que tome esta medida antes de acabar la legislatura.
