La Caja del Mediterráneo (CAM) tenía dinero para prestar a instituciones y a consejeros, pero no para cumplir sus acuerdos. El grupo promotor Nou Temple demandó a principios de julio a la entidad alicantina por no concederle un préstamo que tenían firmado, según fuentes de la compañía, en el plan de viabilidad que sirvió a la empresa para salir del concurso de acreedores en marzo de 2010.
Nou Temple entró en concurso en junio de 2008 y logró salir mediante un acuerdo en el que 16 acreedores bancarios se comprometían a seguir financiándola para que pudiera acabar las promociones que habían quedado paralizadas.
Según fuentes de la empresa valenciana, la CAM no lo ha denegado expresamente, sino que "se dedica a dar largas", por lo que la compañía no sabe los motivos. El préstamo acordado con la caja era de 10 millones de euros y contaban con garantía hipotecaria. La empresa demandó a Banco CCM el pasado mayo por el mismo motivo.
Nou Temple ha presentado la demanda en el juzgado de Primera Instancia número 16 de Valencia. La compañía espera que la intervención del Banco de España "permita en el menor tiempo posible que la entidad financiera cumpla sus compromisos y, de esta forma, solucionar una situación que está poniendo en serias dificultades la continuidad del proyecto y la defensa de los puestos de trabajo".
Peligra la obra social
Mientras, en Alicante preocupa el futuro de la obra social de la CAM, ya que su fuente de ingresos a partir de la constitución de Banco CAM iban a ser los dividendos que el banco diese a su accionista, convertido en fundación. Sin embargo, se calcula que el Frob va a entrar con alrededor del 85 por ciento del capital, que luego será vendido, por lo que los dividendos para la fundación no serán muy altos.
La obra social de la CAM tiene un presupuesto este año de 38,7 millones, cinco menos que el pasado, e incluye el mantenimiento de numerosas bibliotecas, hogares del pensionista, museos y auditorios.