Los ajustes continúan en el sector cerámico, a pesar de que esta industria empieza a ver la luz al final del túnel con un aumento paulatino en las exportaciones, que en el primer trimestre crecieron un 11,8 por ciento. Tau Cerámica ha presentado un ERE y Roig Cerámica (Rocersa) ha entrado en concurso de acreedores.
Una de las empresas más grandes del sector, Tau Cerámica, ha presentado su quinto ERE desde que se inició la crisis, que afecta esta vez a 57 personas. El expediente está en fase de negociación, dificultada por las elecciones sindicales que se celebran esta semana en la empresa de Castellón.
Según fuentes sindicales, es el quinto expediente de extinción de contratos desde que empezó la crisis y dejará la plantilla en unas 350 personas si se confirman los 57 despidos, frente a las cerca de 900 que trabajaban en los dos centros de trabajo hace cuatro años. elEconomista no ha podido contactar con la dirección de Tau Cerámica.
Por su parte, la compañía Roig Cerámica (Rocersa) ha sido declarada en concurso voluntario de acreedores debido a las dificultades para refinanciar su deuda. Su pasivo es de 130 millones y la intención de los propietarios, Pedro Llop y Antonio Piquer, es "mantener la actividad y salir adelante", según explicaron fuentes de la compañía.
La empresa mantiene en funcionamiento dos de sus tres hornos en la fábrica de L?Alcora (Castellón), así como su centro logístico de la capital de La Plana, con un total de 107 trabajadores en plantilla.
Los planes de Rocersa no pasan por reducir esta plantilla, según estas fuentes, sino de mantener las producción y mejorar las ventas, sobre todo en el exterior. La compañía exporta un 75 por ciento de su producción. "No estamos notando un despegue espectacular en los mercados exteriores, salvo Próximo Oriente y un poco el Este de Europa", explican las mismas fuentes. Rocersa facturó 42 millones de euros en 2010, ligeramente por encima del año anterior.
