
El grupo concesionario de hospitales Ribera Salud entrará en negocios "transversales" de la sanidad pública ante el parón en la licitación de nuevos centros de gestión privada en España, según su director general, Alberto de Rosa. La empresa participada al 50 por ciento por Bankia y la CAM proyecta también una expansión geográfica no sólo en España, sino en otros países, como Portugal.
Uno de estos negocios transversales será el de la logística sanitaria. Según ha explicado De Rosa a elEconomista, "la gestión de stocks y almacenes en los hospitales es difícil y muy costosa, y las comunidades van a buscar la colaboración privada para hacer economías de escala y sinergias que le permitan controlar los costes".
La Xunta de Galicia ha anunciado un concurso -89 millones de euros- para centralizar los 22 almacenes de sus hospitales y Ribera Salud va a presentarse, para lo cual busca un socio especializado en logística. "La idea es que ellos gestionen los almacenes y nosotros nos encarguemos del producto dentro del hospital hasta la cama, porque tenemos una imagen de empresa cercana al enfermo que una empresa de logística no tiene", explica De Rosa.
El grupo ha acelerado la entrada en este negocio, que estaba prevista a través de B2B Salud, la central de compras que creó en 2010 para ahorrar en el suministro a sus hospitales. B2B Salud tiene un potencial de compra de más de 100 millones anuales, de los que ya ha desarrollado un 23 por ciento.
La estrategia de diversificar de la mano de un socio especializado no es nueva para Ribera Salud, que ya ha creado empresas conjuntas en otros negocios, como el de las resonancias magnéticas y el de análisis clínicos, donde tiene el 45 por ciento de BR Salud, la empresa que centraliza los análisis de seis hospitales públicos de Madrid.
El grupo participa con diferente porcentaje en seis concesiones de hospitales públicos, cinco en la Comunidad Valenciana y uno en Madrid, el de Torrejón de Ardoz, que se inaugurará en septiembre. Tenía intención de presentarse a otros concursos anunciados en Murcia (hospitales de Águilas y Mazarrón) y Valencia (el de Torrent), y esperaba que otros gobiernos, como el gallego, apostasen por la concesión. Sin embargo, los proyectos están parados debido a la situación financiera de las comunidades autónomas. Según De Rosa, "la colaboración pública-privada va a tener un impulso en los próximos años, pero más que en nuevos hospitales va a ser en líneas transversales como radiología, logística, laboratorios y telemedicina".
Expansión internacional
La diversificación se financiará en buena parte con la entrada de un nuevo accionista, que también impulsará la expansión exterior. Alberto de Rosa sigue con atención lo que ocurre en Portugal, que adoptó el sistema de concesiones en cuatro hospitales públicos y cuyo nuevo Gobierno de derechas va a verse obligado a privatizar. Según De Rosa, la gestión del hospital de Cascais, que lleva el grupo HPP, perteneciente al banco público Caixa Geral, podría salir a la venta.
Otro país que Ribera Salud mira con atención es el Reino Unido, donde existe un debate sobre la reforma del sistema público de salud que prometió David Cameron con el modelo concesional de la Comunidad Valenciana como una de las opciones en estudio.
Expectativas por la victoria del PP
Alberto de Rosa se muestra "muy optimista" con las posibilidades que se abren en las comunidades donde ha habido cambio de Gobierno en favor del PP, como Castilla-La Mancha. La colaboración pública-privada "estaba en el programa de Cospedal", afirma, y "vamos a estar muy atentos a ver qué hacen".
No obstante, añade que "independientemente del color político, las comunidades tienen que hacer frente a un gasto sanitario que parece imparable", por lo que cree que también las socialistas acabarán recurriendo a las concesiones, como ocurrió en Portugal.
Abre la puerta a Atitlán
Ribera Salud ha cambiado de accionistas sin haber movido su capital, debido al proceso de reestructuración de las cajas de ahorros. Bancaja y CAM, que se repartían el capital al 50 por ciento, han dado paso a Bankia y Banco CAM, y este último aún podría acabar en manos de otra entidad, ya que el Banco de España continúa buscando un socio para los alicantinos. Y no acaban ahí los cambios, puesto que los accionistas negocian dar entrada a un tercero, esta vez con aportación de capital para afrontar los planes de expansión.
La compañía pretende realizar una ampliación de capital para que este nuevo accionista tome una participación del 33 por ciento. El que tiene más posibilidades es el fondo Atitlán Capital, participado por familia del presidente de Mercadona, Juan Roig, ya que, aunque no formalmente, la operación debe contar con visto bueno del Gobierno de Francisco Camps -los hospitales de Ribera Salud tienen adscrita al 20 por ciento de la población valenciana-, que vería con buenos ojos que el capital continuara en manos valencianas.
Otro fondo que estudia pujar es Vista Capital, perteneciente al Santander. La operación está en fase de presentación de ofertas y se cerrará en los próximos meses.
Freno en los ingresos
Los recortes presupuestarios han afectado a la previsión de ingresos de Ribera Salud, que cobra de la Generalitat -y a partir de septiembre, de la Comunidad de Madrid- un fijo por cada habitante adscrito a los hospitales que gestiona.
En el caso valenciano, ese fijo per cápita aumenta en función de la variación del presupuesto de la Conselleria de Sanidad, que en los últimos años ha sido muy ajustado y que en 2011 incluso desciende. En este caso, el aumento se ajustará al IPC, según los contratos de concesión. El fijo en 2011 es de 616 euros, 9 más que el año pasado.
Ribera Salud obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) de 18 millones de euros en 2010, un 80 por ciento superior al de 2009.