
El primer y único debate entre los principales candidatos a la Generalitat Valenciana se saldó la noche del viernes con 74 minutos de monólogos sin réplica en los que apenas se oyeron propuestas.
El debate fue grabado y emitido en diferido por Canal 9 a las 23.30 horas. El formato no facilitaba el debate, al constar de bloques de temas con intervenciones minutadas sin derecho a réplica. Y no lo hubo, ya que Camps no respondió a ninguno de los ataques de sus rivales.
Francisco Camps (PP) dedicó buena parte de sus intervenciones a hablar de Zapatero, cuyo Gobierno calificó de "indigno", y afirmó que "entre todos tenemos que conseguir este 22 de mayo que cambien las cosas... en España". Reivindicó su gestión, volvió a exigir el trasvase del Ebro y repitió su habitual mensaje de "mucha autoestima y mucho orgullo".
Jorge Alarte (PSPV-PSOE) recordó los casos de corrupción que afectan al PP valenciano "que nos han hecho sentir vergüenza de Camps", y en clave económica, prometió solucionar los problemas de pago de la Generalitat y recordó que la llegada del AVE a Valencia la ha ejecutado el Gobierno de Zapatero.
Marga Sanz (Esquerra Unida) pidió el voto "a todas las personas que están sufriendo la crisis y quieren que esto cambie", y fue la única que habló de impuestos, al prometer "una reforma fiscal que genere ingresos de los que más tienen y más ganan".
Enric Morera (Compromís) criticó a PP y PSPV "por no haber defendido las cajas de ahorros" valencianas, prometió acabar con "todos los enchufados, cargos de confianza y personas que no dan un brot" y pidió el rescate de la AP-7, la autopista del Mediterráneo.
El mal llamado debate, pues no lo hubo, fue dirigido por el periodista Xavier Carrau, quien respondió a Alarte cuando éste criticó en su primera intervención "la manipulación" en Canal 9.