Lleva apenas una década de vida, pero ha encontrado un hueco en el que se siente muy cómoda: servir de nexo real entre la empresa y la Universidad. La Escuela de Negocios Nebrija presume de su agilidad en detectar las necesidades del mundo empresarial y modelar cursos "a medida" para todo tipo de estrategias, con el fin de convertirse en el socio formativo de las empresas. Un terreno conocido para Carlos de Benito, director de la Escuela desde hace un par de años, pero con más de 20 de experiencia como directivo de distintas compañías.
Semejante bagaje le ha llevado a situar a las personas en el centro de la ecuación, algo que, asegura, diferencia a la Nebrija: "Queremos formar directivos de empresa que sean sobre todo personas".
¿En qué se caracteriza la oferta de la Escuela de Negocios Nebrija?
Principalmente en la proximidad real a la empresa. En la Escuela personalizamos los programas, hacemos formación in company de alto nivel, formamos a directivos con alto potencial de desarrollo en las empresas, siempre trabajando estrechamente con el perfil de las compañías. Gozamos también del respaldo universitario, algo que nos da mucha fuerza, y por último destacaría nuestras técnicas de innovación pedagógica.
¿Cuál es el perfil de sus alumnos?
Se dividen en tres perfiles: los que terminan su formación de grado y deciden hacer un máster universitario oficial, sin experiencia en el mundo empresarial; el perfil ejecutivo, un directivo de empresa con tres o cuatro años de experiencia que decide dar un salto en su carrera y actualizarse; y el perfil in company, un programa diseñado junto a las empresas para sus equipos directivos.
¿Qué es lo que les demandan las empresas?
Buscan formación que pueda darles un retorno de valor en un plazo breve. Formación orientada a la cobertura directa de sus necesidades, que apoye su estrategia. Nosotros no ofrecemos un producto enlatado; en función de la empresa y de la situación en que esté, el programa será uno u otro.
Por su experiencia en la empresa, ¿qué recomendaría a un licenciado: cursar un postgrado nada más terminar la carrera o iniciarse laboralmente y estudiarlo más adelante?
Las dos cosas. Hacer un postgrado especializado cuando se acaba un grado es muy positivo si se quiere dedicar al mundo empresarial. La edad es magnífica, pero hay que elegirlo bien. Que curse uno oficial, en un centro universitario de prestigio, con un claustro formado por profesionales de empresa. Hacer un máster universitario oficial se va a acabar convirtiendo en el quinto año de carrera. Otra cosa es un profesional en activo: aunque en su día cursara un máster oficial, siempre es interesante hacer un programa de reciclaje o de puesta al día.
Esta filosofía de puesta al día, ¿está calando entre los empresarios?
Va calando una cultura en la que los empresarios se dan cuenta de que les ayuda tener profesionales bien formados. Una empresa que quiere ser líder tiene que dejar espacio para que su gente se desarrolle . El objetivo de la Escuela Nebrija es formar directivos de empresa que sean sobre todo personas, aquí formamos criterio, gente íntegra, que aporte valor a la empresa. Valor no sólo económico sino de estabilidad, de criterio, gestión de equipos, que es lo que construye una empresa de calidad.
Competencias que no se enseñan en la Universidad…
Éste es uno de los problemas tradicionales de la enseñanza en España, aunque creo que está mejorando. En España la Universidad ha sido bastante endogámica, y esto dificulta la aproximación entre ambas. Ahí es donde se ha posicionado Nebrija, que veía la existencia de esta carencia. Fui profesor de esta casa antes de incorporarme a la plantilla de la Universidad, trabajaba en la empresa y compartía mis experiencias profesionales con los alumnos de los programas Executive. Ésa es la única manera de transmitir a los alumnos una experiencia viva.
