
Empezaron más de 120 estudiantes y ahora quedan unos 40 alumnos encerrados en el Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) para exigir a su rector, José Carrillo, una respuesta por escrito sobre el futuro de los 3.500 estudiantes que no han podido abonar total o parcialmente la matrícula de este curso. De hecho, la universidad ya ha procedido a la anulación de la matrícula de este curso de aquellos que no han abonado la totalidad de la misma, aunque la UCM dice haberlas reactivado ya para poder hacer uso del campus virtual.
La universidad emitió ayer por la mañana un comunicado donde ofrecía la posibilidad de hacer un pago fraccionado (del 27 de mayo al 7 de junio) con dos opciones, la primera hacer un pago en cuatro plazos (el 20 de cada mes hasta septiembre) y una segunda opción, de pagar en dos mensualidades (20 de julio y 20 de septiembre). Para aquellos que no puedan pagar de ninguna de las maneras, deberán ponerse en contacto con la universidad para que ésta estudie cada caso particular. Aún así, los estudiantes van a mantener el encierro al considerar que "no se han atendido todas sus reivindicaciones" (el fondo de becas de emergencia).
Fondo de becas de emergencia
Los alumnos solicitan la creación de este fondo para los que no puedan pagar en 12 meses, algo a lo que se niega la univerisdad porque aseguran que no tienen recursos. Los alumnos no entienden cómo si hay dinero para dietas que no se usa no se pueda destinar a este fondo. Según Sergio Rojo, estudiante de 4º de Políticas en el campus de Somosaguas de esta univerisdad, "este tema está previsto pues ya se ha debatido en el Consejo de Gobierno, pero al ser una previsión de ponerse en funcionamiento será para el curso 2013/14, por lo que los afectados en este curso están totalmente excluidos en esta solución".
Uno de los estudiantes encerrados nos cuenta que las negociaciones están en estos momentos paralizadas. "No hay diálogo entre la asamblea y el Rectorado porque hasta ahora la única autoridad de la UCM que se ha prestado a negociar sólo acepta reunirse con miembros del Claustro o de la Delegación de Estudiantes, es decir, con representantes institucionales de los alumnos". Por otra parte, "el rector no se encontraba en España durante la semana pasada por lo que el problema ha estado lejos de solucionarse", continúa.
Un encierro pacífico
El ambiente es tranquilo y pacífico, están sentados en el vestíbulo, no están haciendo ruido y están dejando entrar y salir libremente a los trabajadores del Rectorado. Se han organizando en turnos para mantener siempre unas decenas de personas en las instalaciones.
El rector, José Carrillo, habló el lunes por la tarde con los jóvenes para explicarles que "no veía sentido al encierro" y que "esa no era forma de solucionar los problemas". Además, Carrillo les dijo que donde tenían que encerrarse no era en la universidad porque no tienen la culpa, sino en la Comunidad de Madrid.