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Aplicaciones móviles, la principal apuesta de los jóvenes empresarios

Imagen de Thinkstock.

Las aplicaciones para móviles están adquiriendo mucha importancia para el día a día de la gente y las empresas; por ello, las universidades están apostando por formar a profesionales en este campo que sean capaces de desarrollar aplicaciones móviles para Android, Iphone, etc.

El despegue de este sector ha supuesto un cambio en la infraestructura tecnológica de las empresas.

Sete Oliveros, directora del Gabinete de Orientación al Empleo de la Universidad Europea de Madrid (UEM), asegura que "los negocios tradicionales están reinventando sus modelos de negocio para hacerse un hueco en el mundo digital".

En estos momentos, ya hay aplicaciones para todo tipo de necesidades y que nunca se podrían imaginar, como una app para rezar el rosario y el Ángelus o una para bodas, que permite a los invitados conocer la historia de los novios, ver sus fotos y utilizar su GPS para llegar al lugar del banquete.

¿Dónde formarse?

La Escuela de Formación Profesional en Nuevas Tecnologías CICE, tiene un Máster Profesional Especializado en Desarrollo de Aplicaciones para Móviles (MDM) que permitirá aprender el entorno SDK, el desarrollo de Aplicaciones WebKit con HTML 5 e incluso sustituir características propias de Android.

La Universidad Europea de Madrid, a través de su Centro Profesional, también tiene un ciclo formativo: Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma - Cloud & Virtualización. Posee contenidos de programación, usabilidad, diseño, etc. Además, ofrece la posibilidad de cursar, después un grado en la propia universidad de la misma rama, ingeniería informática, en sistemas de telecomunicación o en sistemas audiovisuales.

ESNE, la universidad adscrita a la Universidad Camilo José Cela (UCJC), también, impulsa la creación de apps a través de su actual Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos.

Otras muchas universidades no ofrecen formación específica pero sí integran aplicaciones de sus campus virtuales para el alumnado como la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) o la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX).

Cada vez más academias están incorporando estos estudios en sus ofertas formativas. Pedro Ortegon, instructor de CICE y desarrollador profesional de aplicaciones móviles tanto en Android como IOS, indica que "también hay que tener cuidado a la hora de elegir la academia. Es importante que el profesor tenga experiencia en desarrollo de aplicaciones, ya que está lleno de 'trucos' que sólo se descubren trabajando en ello".

David Álvarez Boyero, profesor del ciclo formativo de Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma en el Centro Profesional de la UEM, afirma que "una titulación que prepare a profesionales para el desarrollo de aplicaciones, debe incluir en sus planes de estudio unos contenidos que se ajusten a los fijados por ley, incorporando como valor añadido el uso y conocimiento de las tecnologías, herramientas de programación, lenguajes de programación, etc., que se demandan en el mercado de trabajo".

Durante 2012, la UEM ha identificado cientos de iniciativas emprendedoras entre los estudiantes y recién titulados. Además han acompañado en la creación de casi una veintena de ellas promovidas por estudiantes de grado y de postgrado. Muchas de ellas, iniciativas de base tecnológica, aunque también con otras que, pese a no ser puramente tecnológicas, entienden la necesidad de convivir y hacer crecer su negocio dentro del mundo digital.

Especialización

CICE asegura que la mayoría de alumnos no están trabajando en empresas o tienen otros planes. Suelen hacerse freelance y unirse entre ellos, ya que cada uno tiene una especialidad (diseñadores, programadores, marketing, entre otros) y sobre todo empiezan a aceptar trabajos, sobre todo, de agencias de publicidad que, en estos momentos, demandan muchas aplicaciones (tanto para dispositivos móviles como para webs).

Existen diferentes líneas de negocio en las que emprender y tener éxito. Según Ortegón, están las aplicaciones de usar y tirar (bromas, eventos puntuales, frases de alguna serie de televisión con éxito, etc.) Luego, las aplicaciones para empresas que tratan de dar soluciones para conseguir mayor eficiencia en la labor concreta de dicho negocio. Y por último, está la 'idea de oro', "conseguir que todo el planeta esté enganchado a WhatsApp, Instagram, Angry-Birds, Apalabrados, etc", continúa.

A la hora de valorar, hay que plantearse ciertas preguntas: ¿la aplicación es buena?, ¿aprovecha eficientemente los recursos del dispositivo en el que se va a utilizar?, ¿satisface los requisitos previos que el usuario de esa aplicación ha especificado para su diseño?, ¿es fácil de utilizar por el usuario al que va destinada?, etc.

Andrés Burdett, co-founder de uSpeak, una empresa dedicada a la creación de un nuevo sistema y metodología de aprendizaje de lenguas, nos cuenta que "una app con éxito es una que se baje mucha gente, y que se utilice mucho. Si es una app a monetizar, la única métrica importante es que la gente compre. El primer paso, que la gente se la descargue, se consigue con una buena campaña de marketing. Para las otras, es importante la experiencia del usuario y, por lo tanto, resalta la importancia de la figura de un experto".

Nativos digitales

En estos momentos, los modelos de negocio que se producen en el ámbito digital son nuevos, no están saturados y los jóvenes, nativos digitales han visto una manera fácil y barata para montar sus empresas. Internet te ofrece la posibilidad de optimizar la publicidad, a través de redes sociales, dirigiéndola al target de una forma más precisa.

"Hemos crecido rodeados de tecnología, es importante aportar nuestro punto de vista sobre cómo emplear adecuadamente toda esta tecnología para resultar más eficientes, productivos y generar negocio", comenta Pablo García, creador de la startup Athora Solutions.

Además, el jóven de 26 años creador de Clever Consulting, Luis Monge, nos cuenta que "los costes de entrada son más bajos y el potencial de crecimiento es mayor del que se puede conseguir con un negocio que depende de su sede física". Además, "nunca antes había ocurrido que los recién licenciados podían adelantar, y con una sorprendente facilidad, negocios o profesiones con mucho más recorrido. Es algo que me alegra y me da miedo".

Los tres empresarios menores de 30 años consultados por Ecoaula coinciden en que la universidad les aportó todo lo que son. Les dotaron de contenidos, confianza, ideas y les abrió muchas puertas para poder continuar en sus proyectos.

El entorno universitario está rodeado de profesores que a la vez son profesionales de su sector, eso hace que la teoría tenga aplicaciones reales.

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