
Por sexto año consecutivo España conserva su posición como primer socio comercial de Marruecos, un país que aspira a consolidarse como meca de oportunidades y crecimiento económico para las empresas europeas. La inversión española en el vecino reino alauita asciende a 4.500 millones de euros, todavía lejos de la inversión de origen francés, que alcanza los 11.000 millones de euros. Los lazos históricos y culturales entre Marruecos y Francia se hacen evidentes.
Pero, las fluidas relaciones económicas con España y las extraordinarias relaciones bilaterales entre ambos países, convergen en otra faceta de la realidad económica: el número de empresas españolas que eligen Marruecos para invertir e internacionalizarse no para de crecer.
La industria textil y la fabricación de componentes -de automoción, electrónicos, etc.- son sectores donde los inversores españoles se muestran muy activos. También encontramos empresas españolas detrás de la nueva megaplanta de energía solar construida en Ouarzazate. Y, por supuesto, los españoles han entrado en el sector turístico.
La inversión turística
Las grandes cadenas hoteleras españolas están presentes en el país. Riu, Meliá, Barceló, Be Live, Senator... todas ellas tienen implantación en diferentes destinos marroquíes. Apoyándose en la proximidad del destino y su atractivo exotismo para el viajero español, las marcas hoteleras no han dudado en apostar por Marruecos. "En los últimos tres años se han multiplicado las aperturas de hoteles de marcas españolas", corrobora Mohamed Sofi, director de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo en España. Desde hace mucho tiempo el desarrollo del turismo es una de las prioridades que se marca el Gobierno marroquí, explica.
Mohamed Sofi, director de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo.
Pero la cosa no queda en las grandes... Hasta los pequeños emprendedores se han convertido en propietarios y gestores de riads en las ciudades más turísticas. Al mismo barco se han subido también empresas españolas del sector de la restauración y del transporte, como Alsa que ha suscrito el contrato para la gestión del transporte público en la capital marroquí. Incluso se comenta que Globalia estaría tanteando la posibilidad de extender la red de agencias de viajes de Halcón en Marruecos.
Por otra parte, las conexiones aéreas nunca han sido mejores. Semanalmente más de 180 vuelos conectan España y Marruecos y el número de turistas mantiene una clara tendencia al alza. En 2019 Marruecos recibió 12,3 millones de turistas, un 14% más que el año anterior. De ellos, 2.493.000 fueron viajeros españoles, con un incremento del 6%. Los datos más recientes, facilitados por el responsable de la Oficina de Turismo, señalan que en enero y febrero de este año el ritmo de crecimiento en la llegada de españoles ha escalado al 9% en comparación con los mismos meses del año anterior.
Las claves del éxito marroquí
Cabe preguntarse cuáles son las razones de este auge económico y turístico que vive Marruecos y cuya guinda ha sido la reciente inauguración de la línea de Alta Velocidad que une Tánger con Casablanca, pasando por Rabat. Mohamed Sofi tiene respuestas claras a por qué empresas de la talla de Renault o Citroen apuestan por implantarse en Tánger; qué anima el acuerdo de las petroleras Repsol y Shell para la explotación del gas y el petróleo en la zona de Tanfit; o cómo es que Cepsa, de la mano de un socio local, proyecta abrir 20 gasolineras en 2020 que podrían convertirse en un centenar en 2023.
La seguridad del destino y de las propias inversiones, la estabilidad del país y su política de incentivos a la inversión, así como la posición estratégica de Marruecos entre Europa y el resto de África son los principales factores que, en opinión de Mohamed Sofi, están impulsando el crecimiento económico. "Asistimos a un boom de la inversión, del comercio y de la economía en general en el que las empresas españolas abren la puerta a los inversores europeos y Marruecos se revela como uno de los primeros inversores en los países africanos, sobre todo Costa de Marfil, Liberia, Senegal, etc.", recalca.
En este sentido, evidentemente la seguridad es primordial, "porque nadie invierte en una zona de riesgo", como apostilla el director de la Oficina de Turismo. Pero no menos importantes son las amplias facilidades que Marruecos está ofreciendo a las empresas extranjeras para que inviertan en su territorio. Ventajas a nivel fiscal como exoneraciones de impuestos, sobre todo cuando las inversiones favorecen a las zonas menos desarrolladas; la no exigencia de contar con un socio local; facilidad para repatriar capitales; agilidad burocrática con un sistema de ventanilla única, etc. A todo ello hay que añadir el apoyo de las propias Cámaras de Comercio españolas en ciudades como Tánger o Casablanca, la capital económica marroquí.
Sin duda, el turismo está siendo el gran escaparate del progreso económico de Marruecos. Y más allá de este hecho, Mohamed Sofi tiene claro que el éxito como destino turístico obedece a la diversidad de posibilidades que ofrece al visitante. "Estás cerca, pero te sientes lejos y, a la vez, en casa. Porque Marruecos ofrece toda clase de experiencias que sorprenden a los viajeros, la ruta de las khasbas, las noches en el desierto, el trekking por las montañas del Atlas, los maravillosos riads, sus ciudades milenarias... Y, sobre todas esas cosas, la experiencia de la hospitalidad marroquí", concluye.