Turismo y Viajes

La "Alemania Culinaria" desembarca en Madrid

"El amor empieza por el estómago", comentaba divertida Ulrike Bohnet, directora de la Oficina de Turismo de Alemania para España y Portugal, en la presentación ayer tarde de "Alemania Culinaria". La residencia de embajador alemán en Madrid, Peter Tempel, fue el marco escogido para este encuentro con los profesionales del sector turístico madrileño -agencias de viajes y turoperadores- y los medios de comunicación especializados en turismo.

La gastronomía es el eje de la promoción turística de Alemania a lo largo de todo este año. El hashtag #EnjoyGermanFood se está popularizando en las redes sociales que recogen contenidos vinculados con la oferta gastronómica alemana: sus productos autóctonos de calidad y de temporada -como el espárrago, del que surge un amplio y variado recetario, o la ciruela negra-, los alimentos y platos tradicionales -desde la más variada producción de salchichas a los guisos de pescado del norte-, la innovación a cuenta de sus más de 300 restaurantes con estrella Michelín, el reconocimiento a su catálogo de panes o el increíble número de cervezas distintas -más de 5.000- que se elaboran por toda la geografía del país.

Asimismo, Alemania es tierra de vinos, con 13 regiones vinícolas que suman más de 100.000 hectáreas de viñedo extendidas entre el río Elba y el lago de Constanza. La Riesling, la Silvaner o la Thurgau son algunas de las variedades blancas reconocidas a nivel internacional y los tours vinícolas se han convertido de un tiempo a esta parte en uno de los reclamos que interesan a los turistas que se encuentran de viaje en Alemania.

Bohnet recordó que una de las motivaciones que más pesan en el ánimo de los turistas españoles es la gastronomía. El disfrute de la buena mesa y el conocimiento de las especialidades locales es algo que apreciamos especialmente y por eso Alemania confía en un incremento de los viajes coincidiendo con este año en el que la gastronomía está teniendo un protagonismo clave.

La velada celebrada en la residencia del embajador acogió un showcooking brillante, dejando patente que Alemania es sinónimo de diversidad culinaria y que hay muchas y deliciosas razones para descubrir sus diferentes regiones. No obstante, una de ellas en particular acaparó la atención, la Alta Selva Negra, atractivo destino vacacional del sur de Alemania, que hace frontera con Francia y Suiza.

La Alta Selva Negra tiene una superficie aproximada de 800 kilómetros cuadrados y la componen hasta 16 localidades de inconfundible encanto. Es un destino para disfrutar de la naturaleza -con un paisaje de "altura", entre los 700 y los 1.500 metros-, para divertirse haciendo turismo activo en rutas de senderismo o montando en bicicleta, y un destino también para saborear la gastronomía.

La región cuenta con "senderos gastronómicos certificados" que combinan a la perfección naturaleza y gastronomía, e invitan a sentarse a la mesa de encantadores restaurantes rurales que harán las delicias de cualquier viajero gourmet. Así podrán saborear el jamón de la Selva Negra, la cerveza Rothaus, la elaborada a mayor altura de toda Alemania, o la famosa tarta de la Selva Negra, hecha con un licor de cerezas que también se elabora en la zona.

La región es conocida por los tradicionales relojes de cuco y pocos turistas saben que aquí es también donde se puso en funcionamiento el primer telesilla de la historia. No en vano, la Alta Selva Negra es también un destino de invierno para los aficionados al esquí. Iglesias, monasterios y fiestas populares que son la expresión viva de la cultura terminan de configurar una oferta cultural realmente rica, complementada por una red de alojamiento que supera los 2.000 establecimientos de todas las categorías, incluyendo los Kuckucksnester Design Apartments, literalmente "apartamentos de nido de cuco". Toda una experiencia.

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