
Bajo el lema "La Innovación como motor del Turismo Sostenible" y bajo el grito colectivo de "El Turismo Que Queremos", entidades del turismo responsable de todo el mundo se han dado cita en Botswana para ejemplificar, con una batería de iniciativas desde todos los sectores de la industria, cómo el imparable aumento del turismo en el planeta puede ser manejado para beneficio de turistas y locales, de la industria y del medio ambiente en el que se implanta, a menudo con una presión que hay que controlar. UN Environment y OMT (ONU) han presentado en este evento seis proyectos ejemplares, acompañados de un "Call to action" para su promoción e implementación. Uno de ellos es español, el club de hoteles NATIVE que trabaja como entidad sin ánimo de lucro por mejorar la accesibilidad de los clientes mayores o con alguna discapacidad, una accesibilidad que comienza en su plataforma web, multi-idioma y accesible a diversas limitaciones como la ceguera o el parkinson gracias a la herramienta InSuit, flamante Premio Reina Letizia de Tecnologías Accesibles 2016.
Tras las cifras globales viven millones de realidades personales. Las distintas agencias de Naciones Unidas proponen plazos para el deseable final de azotes de la Humanidad como la pobreza, la desigualdad, el aumento de la temperatura planetaria o el hambre. Y manejan datos para la preocupación o la esperanza. E incluso tienen que lidiar con ambos a la vez. 1.100 millones de turistas en 2020 es a la vez una oportunidad económica y también un riesgo de matar a la gallina, si la turismofobia gana terreno. Y en el turismo responsable y sostenible parece estar la clave más deseable para un turismo que no genere hastío en las poblaciones locales, que no provoque recelo, sino que se convierta en un elemento motor.
Qué turismo queremos y cómo lo construimos. Esas son las dos cuestiones clave que han centrado el Simposio Internacional del Programa 10YFP de la ONU en Kasane, un programa consagrado al turismo sostenible hasta 2030 y que está co-liderado por Francia, Marruecos y Corea del Sur. Más de cien expertos venidos de Colombia, España, Reino Unido, Costa Rica, Uganda, Suráfrica, Australia, Japón y otros países han avanzado en la creación de un documento marco que ayude a dirigir esos dos escenarios, el turismo deseable y las vías para conseguirlo. Porque si los turistas tienen la llave para mejorar muchas economías locales, hay que reconocer -y en algunos destinos ya es evidente- que como horda son capaces de destruir el encanto de un lugar y generar en los locales la percepción del turismo como un fenómeno negativo. De modo que este Simposio ha dejado patente la necesidad de educar al turismo para hacerlo sostenible. Viaja, Disfruta, Respeta -el lema del Año Internacional del Turismo Sostenible de la OMT- va a ser una línea de trabajo que irá mucho más allá de este 2017. Hay que proteger la diversidad regional, la diversidad biológica y mejorar la economía y condiciones de vida de quienes viven en los espacios que visitan millones de personas.
Para ello hay que gestionar el turismo con la sostenibilidad como meta principal. Los destinos turísticos que tanto apreciamos deben seguir siendo genuinos con el paso del tiempo. Y el incremento vertiginoso del turismo -empezamos a conocer la incorporación de la clase media china al mundo de los viajes- nos pone ante un reto complejo de urgente solución.
Botswana lo está haciendo bien, como demostraba con cifras Jillian Blackbeard, responsable del Turismo del país. Prohibió la caza en todo su territorio, y esa decisión, fuertemente contestada por muchos que vieron en la medida una pérdida de entrada de divisas, se está demostrando hoy una opción brillante, porque el turismo de naturaleza está premiando ese compromiso medioambiental de Botswana, que dicho sea de paso tiene el turismo más caro y cuidado de toda África. De hecho en 2016 fue elegido Destino del Año por Lonely Planet, y este 2017 ha ganado los Tourism For Tomorrow Awards del WTTC -misma ceremonia en Bangkok en la que la española NATIVE Hoteles y Turismo Accesible era Finalista en innovación-. El PIB del país está cercano al 10% anual y el turismo es su mayor industria tras la del diamante. Una situación bien distinta de cuando Botswana era uno de los países más pobres del continente cuando su independencia hace cincuenta años.
El trabajo del 10YFP se estructura en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible -los famosos ODS de Naciones Unidas-, y en este encuentro han sido centrales los objetivos del consumo y la producción. Entre los seis proyectos escogidos para el "Call for Action" resultó sorprendente el trabajo de Ecoexist, que promueve la mejor coexistencia entre los 14.000 habitantes de un área del norte de Botswana y los 17.000 elefantes que compiten con ellos por el acceso al agua, al alimento y al espacio físico. Allí los elefantes destruyen cosechas y más de 70 personas mueren cada año en incidentes con elefantes.
En el Amazonas de Colombia fronterizo de Perú y Brasil el suizo Pierre-André Kruger dirige la construcción de un lodge cien por cien ecológico, Nomad, en el que la gestión cotidiana del alojamiento la llevan miembros de la comunidad india vecina del Parque Nacional Amacayacu. Una experiencia inmersiva para los turistas que buscan espacios virginales y no parques de atracciones étnicos.
NATIVE Hoteles y Turismo Accesible es otro de los 6 proyectos seleccionados. Su representante mostró una serie de soluciones para hacer más cómoda la estancia de clientes muy mayores o con discapacidades diversas y mostró a los presentes una demo del uso de la web, que es accesible a cualquier usuario con discapacidad gracias al sistema InSuit que permite navegar sin ver la pantalla, sin hablar al ordenador y sin tocar el teclado. Soplidos, sonidos o tocar cualquier tecla -si el usuario tiene parkinson, por ejemplo- equivalen a clics del ratón. Un 10% del turismo lo disfrutan personas con alguna discapacidad, y mueven en conjunto al 20% del turismo mundial, porque en mucha proporción viajan acompañados por familia o amigos. En definitiva supone un volumen importante y en crecimiento, y el turismo además está obligado por ley a prestar los mismos servicios y facilidades a cualquier cliente. NATIVE quiere expandir esa plataforma web accesible y multi-idioma a todo el mundo de forma gratuita. Es una entidad sin ánimo de lucro y ahora trata de encontrar partners para cubrir un montante de cinco cifras. "Más de uno nos aconseja que hablemos de medio millón de dólares para arriba o grandes empresas pensarán que no es un proyecto realizable -comenta un representante de la entidad-, pero no vamos a entrar en esas psicologías, sólo necesitamos cinco cifras", afirma.
Otros intervinientes fueron Fair Trade Tourism, Sustainable Travel International y Africa Ignite.
Durante el evento se ha recordado que Botswana tiene 50.000 elefantes, más de la mitad de los elefantes de todo África. Y se ha recordado que buena parte de los territorios del mundo a los que los turistas acuden para disfrutar de la naturaleza pertenecen a unas comunidades indígenas que no pueden quedar al margen del negocio turístico. Ven a empresas foráneas aprovechar los recursos locales y tienen que ser incluidos en el círculo económico que estas empresas generan.
En una alocución no exenta de humor y de guiños a sus países vecinos, el ministro de Medio Ambiente de Botswana, Tshekedi Khama, comparó los éxitos cosechados por su país en la escena del turismo y el equilibrio ecológico de su país gracias a una política conservacionista en la que la caza ha desaparecido. Y animó a todos los gobiernos del mundo a dirigir todas sus actuaciones siguiendo el espíritu de los ODS. "Si no gestionamos bajo el criterio de la sostenibilidad, nos quedaremos sin recursos", sentenció.
En la inauguración del evento, Taleb Rifai, en una de sus últimas intervenciones como secretario general de la OMT antes de su inminente relevo en el cargo, recordó el necesario cumplimiento de las directrices de la Agenda 2030, defendió el turismo sostenible como sector competitivo de presente y futuro y agradeció a Botswana ser un ejemplo mundial del compromiso por esa sostenibilidad.
Ahora, todos los expertos participantes en el Simposio esperan la redacción final de un listado de acciones prioritarias, definidas por todos ellos en una encuesta del Programa 10YFP. Ese listado prioriza la gestión del agua, la generación de residuos, las emisiones de CO2 y la preservación de la biodiversidad, que incluye el respeto a las comunidades sociales que habitan cada ecosistema.