
Como es ya costumbre, la cadena Meliá Hotels International ha aprovechado su participación en FITUR para hacer balance del ejercicio recién finiquitado y anunciar sus perspectivas de negocio y expansión para el año en curso.
Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado del grupo hotelero, ha repasado las cifras más sobresalientes de 2016, entre las que figuran los 92,2 millones de euros de beneficio neto, un 74% más que el año anterior; los 1.388,4 millones de euros de ingresos totales; y el incremento del 15,1% en el RevPar, ratio determinante que mide el ingreso medio por habitacion disponible.
El directivo hotelero ha desviado su discurso de las bonanzas de la cuenta de resultados para argumentar sobre algunos retos que afronta el sector turístico. Escarrer ha aludido al Bréxit, señalando que si bien todavía no ha tenido un impacto sobre el turismo, se constata en algunos destinos una ralentización de la demanda británica por la pérdida de valor de la libra.
También se ha referido a la inminente toma de posesión de Donald Trump como presidente de los EE.UU., haciendo notar las consecuencias que puede tener para mercados como Mexico e igualmente en las relaciones con otros países. La amenaza del terrorismo tampoco ha estado exenta de su enumeración de retos geopolíticos. En este sentido, Escarrer ha deseado una pronta recuperación turística a los destinos del norte de África.
Las incertidumbres que comportan estos retos no han impedido que el turismo atraviese un momento extraordinariamente positivo nivel mundial. El primer ejecutivo de Meliá ha destacado la capacidad de la industria turística para desenvolverse por delante de las economías. En 2016 el PIB turístico registró una tasa del 3,1% y en 2017 se espera que alcance el 3,6%, un año más mejorando el comportamiento global de la economía. "El turismo es una industria sana y en crecimiento", ha sostenido Escarrer.
Dentro de ese escenario positivo, el vicepresidente de Meliá ha ido apuntando las apuestas clave que cimentan el éxito empresarial de la cadena. De manera especial, ha subrayado la apuesta por España, con 355 millones de euros de inversión en el mercado nacional los dos últimos años y un notable esfuerzo en reposicionamiento de activos. En un destino maduro como es Magaluf, en Mallorca, lleva invertidos cerca de 200 millones para renovar la oferta turística. Este mismo modelo de reposicionamiento de destino se está aplicando en Torremolinos ( Málaga), donde la inversión se acerca ya a los 45 millones de euros, 24 millones invertidos en la reforma de cuatro hoteles y otros 21 millones comprometidos para renovar un complejo integrado por tres hoteles.
En el ámbito urbano, el compromiso con el mercado nacional se manifiesta con aperturas muy señaladas, como son la reciente apertura del Gran Meliá Palacio de los Duques en Madrid (miembro de Leading Hotels of the World, incluso antes de abrir sus puertas) y la próxima inauguración del Meliá Palma Bay, un hotel con centro de convenciones integrado que aspira a ser el "buque insignia" de Meliá en las Islas Baleares.
La apuesta por seguir "liderando el mercado hotelero español", convivirá en la política de la cadena a lo largo de 2017 con la internacionalización, como lo ha hecho hasta el momento. El 96% de los hoteles que se han incorporado a Meliá en los últimos dos años y medio estaban fuera de España? y las cosas seguirán por ese camino, con un evidente enfasis por crecer en Asia, donde confía en tener 35 hoteles operativos en 2020. La internacionalización es la llave para diversificar riesgos en caso de crisis y Meliá no va a perder esto de vista. Para 2017 están anunciadas 23 aperturas de nuevos hoteles en 15 países.
Escarrer ha dejado clara, asimismo, la intención de la hotelera de continuar apostando por el segmento vacacional, el que mejor ha resistido la crisis. Esta oferta concentrael 58% de los activos hoteleros, pero rinde el 80% de los ingresos. La política de Meliá se completa con su preferencia por el modelo de negocio gestor y asset-light, que supone un peso cada vez menor de los activos en propiedad. Actualmente, el 88% del portafolio corresponde a contratos de gestión y sólo el 12% son hoteles propiedad del grupo. La compañía está abierta a seguir creciendo al lado de partners estratégicos en cada mercado y fondos de inversión.