¿Disfrutas en tus vacaciones? Cuando llega ese momento soñado, la recompensa de tantos duros días de trabajo, cuando puedes disfrutar de verdad, en soledad, con los amigos, con tu pareja o con quien sea, ¿tus expectativas se cumplen?
A veces el secreto está en darse un capricho, porque nos lo merecemos, ¿no? Los caprichos han llegado incluso al mundo de los mochileros, con el nuevo concepto de "flashpacker": un viajero que va con mochila pero que está dispuesto a gastar más para sentirse cómodo y vivir las experiencias que más le apetezcan sin estar demasiado condicionado por el dinero.
En Qué Lujo de Viaje hablamos de algunos de estos caprichos que nos hemos dado en nuestros viajes, así como de noticias curiosas sobre grandes lujos que nunca hemos experimentado. ¡No todos somos multimillonarios!
Aquí damos cinco píldoras de pequeñas cosas para que el viaje sea un poco más especial, ¡sin que salga (siempre) por un ojo de la cara!
Prueba un restaurante con "estrella"
Tampoco tiene que ser un restaurante de estrella Michelin, pero comer, por lo menos un día, en un restaurante de buen nivel es algo que todo el que pueda debería hacer. Al fin y al cabo la gastronomía también es arte así que si vas a ver las Meninas, ¿por qué no probar la cocina de David Muñoz?
A lo mejor el Diverxo es demasiado caro -aun así merece la pena probarlo, por lo menos una vez?, pero hay restaurantes "estrellados" mucho más accesibles. En nuestro caso, el pasado otoño probamos el Auberge du Cellier en Montner, un pequeño pueblo en el Sur de Francia. Ingredientes del lugar y cocina deliciosa a precios muy buenos, considerando que el chef Pierre-Louis Marin acababa de ganarse su primera estrella Michelin.
Disfruta de la intimidad
Está bien estar rodeado de gente, pero hay momentos en los que sólo quieres estar con los tuyos y disfrutar de momentos únicos sin compartirlos con nadie más. A veces eso ni siquiera tiene coste: buscar una cala aislada será suficiente. Pero a lo mejor te apetece alquilar un barco sólo para ti y tus amigos en Ibiza. Hay desde opciones más básicas a otras de gran lujo. O elige un tour privado en lugar de en grupo por un día. Lo agradecerás.
Prueba un hotel boutique
No necesariamente todos los días del viaje pero, ¿por qué no darse el capricho y probar, un par de días, un hotel de lujo o un hotel boutique? Te sentirás más cuidado, más mimado y descansarás mejor para volver a la rutina con una marcha más.
Muchas haciendas coloniales de Sudamérica, por ejemplo, se han transformado en preciosos hoteles boutique y disfrutamos de alguno de ellos.
Rehuye los souvenirs
¿Bolita de cristal de la torre Eiffel con nieve artificial made in China? ¡No, gracias! Si de verdad quieres comprar algo del pueblo, de la ciudad o del país que visites, llévate algún artículo de genuina artesanía o, incluso, comida de un productor local. Así no sólo tendrás algo de más valor y que no podrás encontrar en otros sitios, sino que dejarás riqueza en el lugar.
En los alrededores de Cuenca, en Ecuador, tuvimos la suerte de conocer a don Gilberto Lara, un maestro artesano experto en filigrana de oro y plata. Mejor que la bola de cristal, ¿no? Porque tener recuerdos más auténticos también es un lujo.
Esperamos haberte convencido. ¿Te darás el capricho?