
Egipto es un original destino para celebrar la Navidad... o para alargar las nuestras. Según el calendario cristiano copto, el nacimiento de Jesús no se celebra el 25 de diciembre sino el 7 de enero, fecha que se corresponde con el 29º día del mes copto de 'kiohk'. Dicho de otra manera, su Navidad está por empezar...
Previamente, es tradición para los coptos realizar desde el 25 de noviembre hasta la víspera de Navidad (en este caso el 6 de enero) un estricto ayuno durante el que no se pueden tomar alimentos de origen animal. Tras la misa del gallo, de obligatoria asistencia, las familias se reúnen para romper con esta penitencia con ropa nueva estrenada para la ocasión. La cena posterior es muy especial. Todos los platos han sido preparados durante la Cuaresma. Una de sus delicias principales es la "Tarbeia", una sopa de arroz que se presenta como el anticipo para la carne, siendo el cordero la auténtica estrella del menú.
Otra de las tradiciones de gran arraigo es la visita a los vecinos musulmanes, con los que comparten los "Kahk", unas apetitosas pastas de mantequilla y azúcar glas que también son típicas del Ramadán. Los regalos se dan en Nochebuena o el día de Navidad. Los más pobres del país reciben ropa nueva de los más ricos.
En Egipto la Navidad no es tan comercial como en Occidente. A la hora de realizar las compras de los adornos navideños para el hogar y los regalos, los egipcios coptos se decantan por los bazares benéficos destinados a causas locales. Una manera de dar un contenido solidario a la Navidad.