El físico británico Stephen Hawking, del que estos días se habla por haber participado en el primer disco de Pink Floyd en 20 años, ha visitado esta semana Gran Canaria. Como el resto de los turistas que acuden a la isla ha paseado por Vegueta, la playa de las Canteras y el parque de Santa Catalina. La presencia del prestigioso científico se debía a una escala del crucero 'Independence of the Seas', a bordo del cual viaja de vuelta a Gran Bretaña tras haber tomado parte en el Festival Internacional de Astronomía Starmus, celebrado del 22 al 27 de septiembre en Tenerife.
A su llegada a la isla de Gran Canaria, Hawking ha sido recibido por las autoridades turísticas. El concejal de Turismo, Pablo Barbero; el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna; y el consejero Insular de Turismo, Melchor Camón han atendido personalmente a este ilustre turista que se ha llevado como recuerdo de la ciudad una reproducción del 'Poema del Atlántico' del artista grancanario Néstor Martín-Fernández de la Torre.
Hawking, acompañado por su equipo de asistentes personales, había desembarcado a primera hora de la mañana en el puerto de Las Palmas. Su visita privada a la ciudad se extendió hasta las cinco de la tarde, hora a la que regresó al crucero, atracado en el muelle de Santa Catalina, para continuar viaje. Su siguiente escala será la ciudad de Lisboa.
El célebre astrofísico, de 72 años y milagroso "superviviente" a la esclerosis lateral amiotrófica que le diagnosticaron a la edad de 21 años, está considerado una de las mentes más brillantes de la historia, en la estela de Albert Einstein. Sus libros sobre el origen del universo están traducidos a decenas de idiomas. En ellos ha indagado sobre cuestiones fundamentales que siempre han preocupado al hombre, tratando al mismo tiempo de acercar la ciencia al gran público. Recientemente también ha desvelado su convicción de que "Dios no existe" dado que, hoy por hoy, la ciencia a la que ha dedicado su vida dispone de una explicación más convincente del origen de la vida.
