El último informe mensual HotStats, realizado por la consultora Magma Hospitality Consulting, vuelve a poner de manifiesto la dispar situación que afrontan los hoteles en Madrid y Barcelona, paralela a una Semana Santa con diferente balance.
Los establecimientos de 4 y 5 estrellas de la capital madrileña registraron en abril un incremento importante de demanda, 204.000 pernoctaciones más, pero la subida no se tradujo en una mejora trascendente dado que la ocupación se mantuvo en el 66,5% y los precios medios se recortaron un 2,1%, quedándose en 126 euros. Mientras, los hoteles de la Ciudad Condal, con el mismo rango de categoría, mejoraron su ocupación en un punto y medio, en términos absolutos cerca de 114.700 pernoctaciones más, con una ligera reducción -eso sí- del precio medio, que se situó en 173,4 euros.
Con estos datos, el indicador de GOP PAR (beneficio bruto por habitación disponible) revela una tendencia alcista en Barcelona -se sitúa en 79,6 euros, un 1,3% más que en abril de 2013- y a la baja en Madrid -con 34 euros y una bajada del 8% respecto al año anterior-. No obstante, Madrid consigue mejorar en el acumulado del año en casi todos los indicadores hoteleros, resaltando la subida del 2,5% en el RevPar (ingresos por habitación disponible).
Valoración optimista
A pesar del análisis opuesto que realiza la consultora catalana sobre la evolución de la hotelería en abril, se subraya que la Semana Santa registró en general excelentes cifras, desatando "una oleada de optimismo en el conjunto del sector turístico". Para Magma Hospitality Consulting es representativo que el turismo nacional haya invertido por primera vez la tendencia bajista de los últimos años. Esto ha supuesto que la ocupación hotelera se haya disparado un 20% en algunos destinos.
La valoración sobre el primer semestre de 2014, en el que todavía nos encontramos, es igualmente favorable. Magma Hospitality Consulting destaca la situación estratégica de la que disfruta España y la fuerza de una industria con años de experiencia, que nos han permitido consolidar el destino tanto entre los mercados tradicionales (británicos, alemanes,...) como entre los emergentes, singularmente los rusos.
"La situación actual permite mirar el futuro con optimismo, pero también de forma cauta", indica Albert Grau, socio-director de Magma Hospitality Consulting. La cautela viene por cuenta de la contención del mercado ruso, que está soportando una fuerte devaluación de su moneda, así como el impacto del conflicto de Crimea que se nota en la concesión de visado. Todo esto "puede desinflar un mercado que ha sido vital para resistir durante la crisis el descenso del turismo nacional", advierte Grau.
El directivo también alerta sobre la guerra de precios en el sector, "que tiene que acabar en algún momento, ya que los márgenes se han reducido hasta la mínima expresión". Esto tiene un impacto negativo en los niveles de inversión disponibles, que en esta industria son necesarios para adaptarse a las exigencias de la demanda. "Sin márgenes de beneficio, cada vez es más difícil acometer inversiones que son claramente necesarias", concluye Grau.