
El turismo de sol y playa es la espina dorsal de la industria turística española, pero existen otros segmentos de oferta que pugnan por hacerse su propio hueco. Uno de ellos es el turismo de compras. Hasta el punto de que España ocupa el segundo puesto a nivel mundial en compras relacionadas con el turismo, según el VII Informe Global de Turismo de Compras elaborado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) con datos del año 2012.
"El turismo de compras ha pasado de ser un factor complementario a consolidarse como un determinante principal en la toma de decisiones del turista sobre el destino predilecto", comenta Miguel Mirones, presidente de Miembros Afiliados de la OMT. Según la estimación de Global Blue, los turistas gastaron en 2012 una cifra aproximada de 1.000 millones de dólares en compras en España (unos 800 millones de euros). El 48% de esta cantidad correspondió a Barcelona y el 31% a Madrid. A nivel de Europa, sólo Londres aventaja a Barcelona y se coloca como la ciudad líder para el turismo de compras.
Las cifras consolidan la imagen de España como destino de compras, especialmente entre los visitantes provenientes de América Latina, Oriente Medio y África. Lo cierto es que el turismo de compras ha irrumpido de manera contundente como motivación para viajar y crece su importancia como parte de la oferta turística.
Los mercados turísticos emergentes son los más dinámicos a nivel general. En especial los mercados brasileño y chino. Este último es consumidor del 22% de los bienes de lujo del mundo y mira a Europa como un destino sofisticado, refinado y con variedad de oferta original.